Estamos hechos de polvo de estrellas
- Larissa Romero Sánchez
- 15 feb
- 3 Min. de lectura
Todos hemos escuchado alguna vez esta frase de que estamos hechos de polvo de estrellas. Es un acercamiento bastante poético, no te lo voy a negar. Sin embargo, no es una oración del todo acertada. En realidad, lo correcto sería decir que los elementos de los que estamos hechos - así como todo lo que nos rodea- se crean dentro de los núcleos de las estrellas. Parece bastante rebuscado, pero nada del otro mundo, sólo es astrofísica. Vamos a desglosarlo.
Quizá el lugar más razonable para empeza a contar esta historia sea en la propia formación de las estrellas. Todo inicia con polvo estelar. Cuando se junta en grandes cúmulos, estos eventualmente terminan colapsando sobre sí mismos debido a la gravedad. Los elementos químicos encontrados en la nube inicial de polvo serán los que posteriormente formarán parte de la estrella. Dependiendo del tipo de estrella, esta vivirá un cierto tiempo, y, para poder seguir brillando, fusionará elementos en su interior, debido a la fusión nuclear. Este es un proceso mediante el cual los núcleos de elementos cercanos entre sí se unen, transformando así masa en energía.
Con un poco de suerte, la estrella será lo suficientemente grande como para convertirse en supernova. Esto, debido a que las estrellas masivas producen muchísimo más energía en comparación con estrellas pequeñas, como nuestro Sol. Pero tanta energía tiene consecuencias y provoca que, al final de su vida, la estrella se quede sin combustible nuclear y ceda ante la fuerza de la gravedad, haciéndola estallar. Lo que queda después se conoce como nebulosa: una nube de gas y polvo estelar, a partir de la cuál puede volver a repetirse el proceso. Este cúmulo de polvo se enriquece a medida que otras estrellas llegan al fin de su vida. En un buen día, una candidata a estrella tiene acceso a un buen repertorio de elementos de los cuales alimentarse.
Actualmente se cree que vamos por la tercera generación de estrellas, la población estelar I, cuyos integrantes son jóvenes con altas concentraciones de metales. De esta forma, hemos ido heredando los elementos que se han formado dentro de cada estrella, pues con cada ciclo, es posible fusionar elementos cada vez más pesados. Sabemos que, por ahora, dentro de los astros de mayor tamaño se fusiona hasta el hierro. Así es como se formaron los elementos de los que está hecho todo lo que conocemos: helio, hidrógeno, carbono, silicio, etcétera. En particular, así nos formamos nosotros.
Eventualmente, los elementos que nos constituyen serán fusionados dentro del núcleo de una estrella y esparcidos por el cosmos gracias a la explosión de una supernova, dando así la oportunidad de existir a nuevos elementos en un proceso bastante más poético y dramático que el decir que estamos hechos de polvo de estrellas.
Referencias:
25.5: Poblaciones estelares en la Galaxia. (2022, octubre 30). LibreTexts Español; Libretexts. https://espanol.libretexts.org/Fisica/Astronom%C3%ADa_y_Cosmolog%C3%ADa/Libro%3A_Astronom%C3%ADa_(OpenStax)/25%3A_La_V%C3%ADa_L%C3%A1ctea/25.05%3A_Poblaciones_estelares_en_la_Galaxia
Fusión en el Universo: el origen de la joyería –. (2008, junio 5). Science in School. https://www.scienceinschool.org/es/article/2008/fusion-9-es/
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