Un hábito es una acción que repetimos constantemente, pueden ser negativos o positivos.
Es importante revisar nuestros hábitos al momento de trabajar e identificar aquellos que no nos traen beneficios y que por el contrario nos atrasan y perjudican, además entre más temprano sean detectados podremos corregirlos a tiempo para que no repercutan en nuestra productividad.
Los malos hábitos laborales más comunes y que tenemos que evitar son:
- La impuntualidad recordemos que la puntualidad es el reflejo del interés, además debemos tener un respeto a nuestro propio tiempo y al de los demás.
- Procrastinar dejar las cosas para después, muchas veces nos acostumbramos a dejar todo para la fecha límite en lugar de llevar una buena organización, esto afecta toda la dinámica laboral.
- Mentir las “mentiras ligeras” se vuelven habituales, luego será una mentira tras otra, ocasionando una cascada de mentiras y malas acciones.
- Dedicar mucho tiempo al ocio por ejemplo, es muy común distraernos fácilmente con las notificaciones y revisando los chats en nuestro celular en el horario destinado al trabajo, o incluso no respetar el tiempo que hemos marcado para el descanso.
Modificar estos malos hábitos en el trabajo no es una tarea sencilla, requiere tiempo y paciencia, además hay que pensarlo como un propósito diario, comenzando por pequeñas acciones que hacen la diferencia, por ejemplo, tener una mejor organización de nuestro tiempo, no dejar las cosas para último momento, hablar siempre con honestidad, aprovechar mejor los horarios que tenemos establecidos, llevar una agenda, ordenar las tareas por prioridad y sobre todo mantener una buena actitud. Esto nos ayudará a ser más productivos tanto en el trabajo, como en la escuela, en un proyecto de emprendimiento y en las actividades diarias.
“Primero hacemos nuestros hábitos, y luego nuestros hábitos nos hacen” John Dryden.
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