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Cine mexicano contemporáneo

En México, las historias son abundantes y diversas, como su población. La felicidad permea los pequeños momentos y a su vez, las desgracias se respiran a diario, todo sobrellevado con un espíritu de resiliencia. Y el cine mexicano es la viva imagen de ello. Actualmente está infravalorado, porque no, “No manches, Frida” no representa a todo el género y, por ende, en esta ocasión, les traigo una lista de películas mexicanas que más allá de entretener, nos dejan con un vacío, pues debemos aceptar que como en la vida, el final nunca es lo que esperamos.


Esquivel, R. (2018). Fotografía Aérea De La Ciudad. En Pexels.

Y tu mamá también (director: Alfonso Cuarón, 2001)

La historia de una amistad de dos adolescentes, sus respectivas vidas, sus aspiraciones y el objeto de su deseo: una mujer mayor. Todo durante un viaje a la playa, permitiéndonos deleitarnos con los paisajes rurales. Si bien puede sonar simplista, nos muestra cómo las relaciones son tan frágiles ante el paso del tiempo (pues algún día quien hoy está a nuestro lado puede volverse un extraño por completo) y lo importante que es despedirse del mundo a nuestra propia manera.


Amores perros (director: Alejandro González Iñárritu, 2000)

Tres historias entrelazadas que tienen en común el amor por los perros, a su manera. A pesar de que se podría pensar que la cantidad de historias no permite que se desarrollen correctamente, sí se llega a conocer profundamente a los personajes, tanto que, al final deseas y te lamentas con ellos. Con un toque especial por tener lugar en las calles “ordinarias” de la Ciudad de México cuando el siglo XXI recién había llegado y por un soundtrack muy bien pensado.


Perfume de violetas (directora: Maryse Sistach, 2000)

No sólo es una película, pues está inspirada en una noticia, de aquellas que sobreabundan en la ciudad, de las que deseamos que haya escasas. Sigue las vidas de dos adolescentes que tienen una amistad caótica, pues sus vidas lo son también. Sin embargo, se tienen un gran cariño y esto mismo es lo que nos lleva a un final crudo. Durante esta historia de tragedia, podemos tomar conciencia de que no tenemos conciencia de las realidades que viven las personas a nuestro alrededor y lo mucho que significaría tratarles con amabilidad, escuchándoles.


Sueño en otro idioma (director: Ernesto Contreras, 2017)

México es rico en lenguas, de las cuales se tienen registros desde hace siglos, sin embargo, hoy en día, muchas de ellas están desapareciendo, lo cual implica la muerte de tanta historia, de un legado. Esta es la primicia que da lugar a la película, ya que en la búsqueda de aprender zikril, un lingüista se encuentra con que las dos ultimas personas que lo hablan no se dirigen la palabra en décadas. Este recuento del pasado tiene tantas cosas que lo hacen especial: un toque de realismo mágico, drama, diálogos profundos y la naturaleza en todo su esplendor.


La diosa del asfalto (director: Julián Hernández, 2020)

Una cantante de rock regresa al lugar que la vio nacer, donde hace muchos años enterró su pasado, creyendo que éste la perdonaría. Vemos la vida que llevan las pandillas, el acoso, la violencia, el machismo y la amistad, el amor, cosas que se vuelven indispensables para sobrellevar la realidad. Basada en hechos reales, esta película nos muestra tantas problemáticas, sueños, frustraciones y finales, que es imposible no verla con los sentimientos a flor de piel.


Cosas imposibles (director: Ernesto Contreras, 2020)

En la vida, las conexiones son inesperadas tanto como pueden ser efímeras, pero todas nos dejan algo, como si el universo nos mandara mensajes a través de las personas con quienes conectamos. Así, en esta historia, una viuda y un joven tienen una amistad, nacida de la compasión, empatía, anhelos y el apoyo. Nos muestra que nunca es demasiado tarde para dejar ir a los fantasmas del pasado, que ningún sueño tiene fecha de caducidad y que la amistad muchas veces es una balsa.


Claro que las comedias son parte del cine mexicano* pero hay un mundo de historias que nos recuerdan la intensidad de vivir, la crudeza del día a día y los anhelos compartidos en nuestro país. El cine mexicano no murió en la época de oro, sobrevive hasta el día de hoy.



*Breve recomendación para quienes les interese la comedia mexicana: “Rudo y cursi” (director: Carlos Cuarón, 2008).

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