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¿Cómo sanar a tu niño/niña interior?

En este mes de Abril se celebra el día del Niño, y es un excelente momento para conectar con ese niño/niña que llevamos dentro. Ese niño/a interior es una representación que habla de nuestra esencia, de nuestro ser más profundo. El niño/a interior nos permite conectar con la alegría, la espontaneidad y el disfrute de la vida.


Freud decía que la infancia era destino, y con esto se refería a que todas las vivencias que tenemos en la infancia nos marcan para el resto de nuestra vida. Estas vivencias hayan sido positivas o negativas influyen en todas las áreas de nuestra existencia, por eso es importante preguntarnos si nuestro niño/a interior se encuentra sano o está herido.


Generalmente todos sufrimos en mayor o menor medida alguna situación en nuestra infancia que nos marcó de alguna manera. Y te preguntaras porque es importante sanar al niño/a interior, bueno pues el sanarlo ayudará a que te comprendas más, sanaras tus conflictos internos, te permitirá liberar emociones reprimidas, ayudará a quitarte bloqueos y lo más importante podrás aceptarte y amarte tal como eres, sin juzgarte ni reprocharte nada.

Te propongo dos ejercicios que te ayudarán a empezar a sanar a tu niño/a interior.

  1. Ejercicio de la Foto

Busca fotos de cuando eras pequeño/a, mira todas las fotos que encuentres y observa, trata de ver la expresión de ese niño/a, ¿lo ves triste, feliz?, ¿se ve amado/a por sus padres, hermanos?, ¿qué cosas vienen a tu mente cuando miras las fotos? ¿puedes identificar algún sentimiento mientras las observas?, elige la que más te llame la atención, ya sea que te guste o que no, la que sientas que representa esa etapa de tu vida y ponla como fondo de pantalla en tu teléfono o guárdala en tu cartera y cada vez que la veas manda un pensamiento cariñoso a ese niño/a. Llévala siempre presente, haz que se sienta cuidado/a, amado/a y protegido/a.


  1. Diario de pensamientos

Compra una libreta o un cuaderno que te guste y que puedas guardar en tu buró, y de vez en cuando escribe algo que te ayude a definir a tu niño/a interior. Solo tú sabes cómo era, que le pasaba, cómo se sentía.

Algunas preguntas que podrías hacerle a ese niño/a sería:

¿Quién era? ¿Qué esperaba mi madre/ mi padre? ¿Qué valoraba mi familia? ¿Qué hice para ser amada/o durante mi infancia? ¿Cómo fue mi niñez? ¿Cómo me sentía? ¿Cuáles son mis mejores recuerdos? ¿Y cuáles son los peores? ¿Por qué lloraba? ¿Cuál era mi miedo más terrorífico? ¿Qué cosas odiaba hacer? ¿Cuáles eran mis secretos? ¿Alguien me decía palabras cariñosas? ¿Cómo lo pasaba en la escuela? ¿Alguien sabía lo que me pasaba? ¿Quién me protegía? ¿Cómo imaginaba mi futuro cuando fuese mayor?…


Y ¿sabes por qué es importante recordar estas cosas?, pues porque te permite ser más consciente de lo que has vivido y cómo ha influido en ti para que seas como eres el día de hoy. Podrás darte cuenta si algo necesita ser sanado o perdonado, no digo que será fácil tal vez resulte doloroso, pero al final valdrá la pena pues podrás sanar y liberar aquellas situaciones que se han reprimido por mucho tiempo y que a la larga terminarían por enfermarte.


¡¡Date la oportunidad de sanar a tu niño/a interior!!


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