Para hablar de economía, se debe hablar de historia. Tenemos que saber de dónde venimos para saber adónde vamos. Doscientos años atrás, nos encontrábamos en la primera gran era económica que existió, que es la era agrícola. Como sabemos, en este espacio de tiempo, el dinero venía del campo, el cual era el factor de producción mientras que el trabajo laboral y físico eran lo que hacía que se produjeran recursos.
De pronto, entramos a la era industrial, con el automóvil y con todos los cambios debido a las grandes industrias, las personas empezaron a ver cómo el dinero emigró hacia otro tipo de actividad. Las personas que se quedaron en el campo, tristemente, se fueron reduciendo cada vez más sus ingresos. Inclusive hay una frase que se encuentra a la entrada de la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, donde se puede leer: “Los países subdesarrollados de hoy, fueron los que llegaron tarde a la revolución industrial, y los países subdesarrollados del mañana serán los que lleguen tarde a la revolución tecnológica”.
Hoy estamos en una nueva era, y al igual que en el pasado, la historia tiende a repetirse. La gente habla de crisis, pensamos que hay menos dinero, que hay menos oportunidades. Fue exactamente lo mismo que pasó en la era agrícola y en la era industrial. Pero, realmente, nunca ha habido menos dinero, los bancos imprimen billetes todos los días, y hay dinero en la economía, dejando un factor importante, que es la inflación, las economías tienden a crecer, lo que sucede es que la forma de ganar dinero cambia y podemos decir que el pozo de la vieja economía se ha secado, mientras que hay nuevo pozo que está creciendo por montones. Por ejemplo, antes las fortunas, si ustedes leen las biografías de personas como Henry Ford, John D. Rockefeller, o Conrad Hilton quienes fueron millonarios de la era industrial va a ver cómo se demoraron en crear sus fortunas en décadas, no había billonarios de 10 años, había billonarios a través de toda una vida. Hoy en día, estamos viendo por primera vez en la historia, fortunas impresionantes que se crean en apenas unos años. Fortunas como las de Michael Dell, Jeff Bezos, o Bill Gates que han sido creadas a nivel de billones de dólares en tan solo unos años. Esto sucede por el potencial que existe en nuestra nueva economía. Realmente hay más dinero, hay más oportunidades, pero tenemos que aprender a pescar dentro de este nuevo pozo.
En la era industrial, se requería muchísimo trabajo laboral, había empresas gigantescas, y podemos resumir que había más demanda que oferta. La gran demanda de la población mundial por nuevos bienes que se volvieron necesidades, hacía que las empresas no dieran abasto, y por lo tanto, necesitaban muchísimos empleados. Por la tecnología, por todo lo que está pasando, entramos a una nueva era que ha sido conocida como la era del conocimiento, la era de la tecnología, o la era informática, sea el nombre que reciba, lo que es claro es que es diferente de las anteriores.
A continuación, expondré algunos aspectos en donde la situación ha cambiado y representan grandes desafíos para la economía y negocios de este milenio.
ENTORNO LABORAL
Primero, el entorno laboral. Si analizamos el empleo, antes había una alta demanda de trabajos para grandes empresas. En 1990, el 90 % de las personas tenían un empleo. No obstante, cuando analizamos las cifras de un país, hoy en día, hay poca demanda laboral, donde el 50 % de las personas tienen un empleo, los demás son auto empleados, o tienen sus empresas. Por otro lado, había una estabilidad laboral, hoy en día, es frecuente encontrar despidos masivos, reestructuraciones, fusiones y cambios constantes. Estamos acostumbrados ya a las fusiones entre bancos y entre grandes empresas que dejan como resultado a mucha gente sin trabajo. Entonces, esta estabilidad laboral del pasado se ha perdido.
Además, antes existía la posibilidad de hacer carreras a largo plazo en las empresas. Normalmente nuestros padres tuvieron empleos que duraron muchos años, y era normal que una persona dedicara su vida, 25 a 45 años para trabajar en una sola empresa. Hoy en día, vemos más contratos a términos fijos y corto plazo, los cuales son renovables en la medida en que haya trabajo y del hecho de que no se encuentren nuevas formas de hacer dicho trabajo por un costo menor. También, antes había beneficios laborales atractivos, prestaciones, primas, vacaciones, seguros. La empresa era como un gran papá que se encargaba de sus empleados. Hoy en día, hay pocos beneficios laborales, y hay reducción de salarios y prestaciones, a esto se le llama: desalarización.
Por otro lado, había una especialización en conocimiento. Un profesional se podía especializar, y lo más seguro es que iba a ganar más dinero. Una buena educación tradicional garantizaba un buen empleo. Sin embargo, hoy, la educación tradicional no es garantía para obtener un buen empleo y aparte de eso la especialización puede llevar a que un profesional se vuelva obsoleto. En la actualidad, lo que realmente se están buscando son personas con multi-especialidades.
PENSIONES
Otro tema que nos afecta muy gravemente son las pensiones. Anteriormente, existían muchas personas que aportan y había pocos pensionados. Cuando uno revisa las cifras de hoy, es todo lo contrario. Podemos ver que en los distintos países de nuestro planeta cada vez hay menos empleados por número de jubilados. En 1950 en Estados Unidos había 16 trabajadores por cada pensionado de la seguridad social; para 1960 se había reducido a 5 trabajadores a 1; actualmente es de 3 a 1; y en el año 2030 será de 2 a 1. Países como Francia, hay alrededor de 25 millones de trabajadores y 11 millones de jubilados; en Alemania hay 30 millones de trabajadores y 11 millones de pensionados; en Italia hay 20 millones de trabajadores y 21 millones de jubilados. Si hacemos un cálculo matemático y tomamos como base que a una persona trabajadora le deducen entre 10 % o 15 % que va destinada a su pensión, en donde la relación es de 3 a 1 (tres trabajadores por cada pensionado) y tomando una cifra como un salario mínimo o promedio, podremos saber la gravedad del asunto.
Supongamos que usted gana 1000 dólares al día, quiere decir que, si usted se pensiona hoy, habría 3 trabajadores de mil dólares al mes aportando para su pensión. Si usted toma el 15 % de esos 1000 dólares quiere decir que a cada asalariado se les retendría 150 dólares, que en total serían 450 dólares, o sea un déficit de un 55 %. Y esto pasa a todos los niveles. No es sorprendente que los sistemas de pensiones y las leyes cambien constantemente.
Normalmente, hay reglamentaciones nuevas que nos llevan a trabajar más, por menos dinero, y esto es algo que no va a cambiar porque sale de una causa que es evidente: el cambio en la pirámide pensional que existía. En la base antes había muchos aportando, y en la parte de arriba, pocos pensionados. Hoy en día, es todo lo contrario, antes la pensión era suficiente para retirarse y vivir cómodamente, la empresa o el gobierno estaba a cargo y no nos teníamos que preocupar por nuestro retiro. Hoy en día, el 66 % de las personas que llegan a pedir su jubilación, tienen que seguir trabajando o vivir de sus hijos. Solamente del 100 %, un 1 % se retira con riqueza, y un 5 % se retira con una calidad de vida decente, el resto no. Ahora hay que hacer un ahorro personal para el retiro y una necesidad de responsabilizarse por ese retiro.
FUENTES DE INGRESOS
Otro cambio fuerte se encuentra en las fuentes de ingreso. Para 1980, el 70 % de las familias subsistían con un solo ingreso, donde el papá trabajaba y la madre se quedaba en casa. Para 1990, se necesitaban ya dos ingresos. Hoy en día, el 70 % de las familias necesitan al menos tres ingresos para cubrir sus gastos y es impactante porque ya no es suficiente que papá y mamá trabajen, sino que se necesita hacer algo adicional para traer más dinero a la casa.
Por último, es evidente que siempre habrá cambios en la economía, pero la existencia de la globalización, la economía de libre mercado y la privatización masiva han hecho que empresas que trabajan como terceros, tipo los outsourcings, se vuelvan tendencia. Otras tendencias por estos factores son el de trabajar en equipo o redes (que generan un gran impacto en los negocios). Existe una desintermediación. Hay una virtualización de los negocios que permite que las personas puedan trabajar desde sus casas. Además, las empresas se están yendo a crear lealtad en los consumidores. Así como en la era industrial había mayor demanda que oferta, hoy en día, hay mayor oferta que demanda, y eso quiere decir que quién realmente tiene el poder es el consumidor final. Por ello, las empresas están recurriendo a distintos sistemas para crear lealtades en sus consumidores. Todo esto con el objetivo de sobrevivir a las nuevas tendencias que han marcado esta nueva era del conocimiento.
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