La cuarentena sin duda nos ha dejado a todos con la cabeza hecha un caos; pensamos que duraría un mes, luego tres, y después, nos dimos cuenta que iba a ser una eternidad, entonces nos encontramos extrañando la interacción con otro ser humano, extrañamos salir a bailar con nuestros amigos mientras escuchábamos la canción más popular de ese momento. Comenzamos a ver horas y horas de series infinitas, comenzamos a leer, a ver películas que antes no nos atrevíamos a ver, comenzamos a disfrutar de podcast de personas que tienen mucho que decir y que comenzaron a subir a las redes sociales, nos comenzamos a entretener mirando por horas videos en TikTok y por otro lado, en Instagram, ya no veíamos las miles de historias que contaban vidas envidiables de personas que no conocíamos pero que tenían una infinidad de seguidores y así, por fin se acabó el encanto, y comenzamos a volvernos cada vez más humanos.
Comenzamos a escribir poesía, comenzamos a ir a terapia de Netflix en la tarde, nos dimos cuenta de cómo disfrutamos de las pequeñas cosas en la vida que no se pueden comprar, comenzamos a valorar más a la familia, a la salud, al amor y dejamos de crear una vida falsa en redes sociales.
¡El arte nos ha salvado!, que terrible era escuchar con anterioridad comentarios despectivos a todos esos valientes que decidieron ir tras su sueño y comenzar a estudiar una carrera en música, cine, literatura, actuación, artes visuales etc.
¡Te vas a morir de hambre! Decían
¡Del arte no vas a vivir! Decían
¡Nadie ve tus videos! Decían
¡Nadie escucha tu música! Decían
Que falaz y brutal es la vida, que cuando el mundo se paralizó, comenzamos a buscar refugio en el arte, comenzamos a consumir enormes cantidades de todo tipo de expresiones artísticas, empezamos a valorar a los creadores de arte que seguramente se mordían las uñas en su adolescencia pensando que se “morirían de hambre”.
Que ironía que ahora todos somos un poco más artistas, un poco más humanos y todos ahora conocemos a un amigo que decidió por fin compartir sus escritos por internet, conocemos a alguien que empezó a hacer música, alguien que comenzó a pintar, alguien que comenzó a crear contenido en redes sociales.
¿a qué le teníamos tanto miedo?
Por lo visto una pandemia tenía que pasar para que nos diéramos cuenta que la sociedad nos ha limitado tanto que olvidamos al artista que llevamos dentro todos estos años.
¡El arte nos ha salvado! Una vez más.
Muchas gracias por compartirnos esta visión Deniss. ¡Me encantó!