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Foto del escritorSamantha Orive

El efecto “WOW”

En la actualidad todo es rápido y el attention span de las personas es cada vez más corto. Vemos videos de TikTok de 30 seg, historias de Instagram de 15 seg máx., leemos mensajes cortos de WhatsApp, y hacemos scroll a centenares de publicaciones en múltiples redes sociales. Todo, en cuestión de segundos. Por lo mismo, no es de extrañar que las impresiones que tenemos y que tienen los demás de nosotros se construyan en tan solo 7 segundos (Leboreiro, 2017). Solo 7 segundos bastan para que las personas que nos rodean y que conocemos se hagan una idea de nosotros, lo que somos, nuestra personalidad y nuestra vibra.



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Pero aunque suene muy extremo solo 7 segundos, ¿nunca te ha pasado que conoces a alguien y de inmediato dices… ¡Wow!? Ese tipo de personas que solo al entrar a un lugar, al saludarte o al presentarse te dejan sorprendido y con una enorme curiosidad de saber más de quiénes son. Eso, se le puede considerar como: El efecto “WOW”. Y aunque comúnmente es un término utilizado en el marketing experiencial, es la descripción perfecta para aquellas personas que simplemente tienen una excelente presencia y te dejan diciendo “wow” (Marketing emocional, 2017).


Comúnmente, en el ámbito y áreas de negocio se suele relacionar todo esto con la presencia ejecutiva. Que es justamente eso, tener una personalidad magnética y una presencia que transmita autoridad, liderazgo y confianza. Sin duda, algo esencial para poder destacar en tu sector y en tu entorno. Erróneamente las personas suelen pensar que la presencia ejecutiva o el efecto “Wow” es algo nato, un regalo o característica específica de su personalidad. Pero no es así, es una habilidad que puedes desarrollar y perfeccionar a tu favor.


Hay muchos expertos y distintas corrientes que explican la presencia ejecutiva de distintas formas. Pero todos coinciden en que los elementos principales son: Gravitas, comunicación y apariencia. En otras palabras, cómo actúas, cómo hablas y cómo te ves. El actuar está directamente relacionado a la confianza, decisión y liderazgo que demuestras. Se puede desarrollar trabajando en tener un lenguaje corporal positivo, trabajando en tu inteligencia emocional, sonriendo y siendo más carismático. El cómo hablas se relaciona con las habilidades de comunicación y de captación de audiencia que tengas. Puedes trabajarlo desarrollando tu contundencia, lenguaje, entonación y vocabulario. Y finalmente, el cómo te ves está directamente relacionado con tu marca personal. Puedes trabajarlo desarrollando tu propio estilo, tu salud y balanceando un estilo entre algo juvenil y vigoroso (Lifestyle, 2018).


Es una combinación de muchas cosas que debes de incorporar para poder tener una buena presencia. Sin duda, el mejor consejo, aunque suene un tanto cliché, es ser auténtico. La autenticidad y originalidad no se puede fingir. Al final del día, recordamos más a las personas diferentes y auténticas que a aquellas que tratan de mimetizarse con el resto del mundo. Encuentra tu verdadero estilo, tus propias formas de expresarte, tu voz, y lo más importante, no tengas miedo de ser tú y dejar a todos los que te rodean diciendo… “Wow”. Atrévete a ser auténtico. Porque al final del día, nadie es como tú. Y ese, es tu poder.

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