De la época a nuestrxs abuelas a la actualidad, nos hemos encontrado una era donde el feminismo ha resaltado la igualdad de género, y entre ellos se encuentra el deseo, el placer y el sexo.
"La sexualidad tradicional es sexista porque da el poder al varón. Define unos roles claros: él como proveedor de placer y ella como afortunada receptora,…, pero, no nos engañemos, esos roles siguen muy arraigados en muchos hombres y mujeres. En mi consulta sigo escuchando que necesitan a alguien que las sepa tocar; un hombre que adivine lo que les gusta. Es decir, que sea el responsable de todo. Eso no es liberarse "- Ana Sierra (2019-psicologa y sexóloga)
Es por esto por lo que el sexo feminista propone un escenario ambas partes sean libres e igualitarias para disfrutar por los dos lados el encuentro sexual. Aquí te traemos los 4 puntos que toma en cuenta el sexo feminista.
Comunicación
Un estudio reciente publicado hace unos días en los Archives of Sexual Behaviour va un poco más allá, tras haber entrevistado a 462 mujeres de unos 38 años: donde todas aquellas que se consideraban feministas tenían una mejor vida sexual. La relación a este estudio se deriva a que estas mujeres no fingían poseer algún orgasmo con sus parejas sexuales. Quizá no lo habías pensado, pero fingir los orgasmos tiene mucho que ver con perpetuar el sistema patriarcal. Así, muchas mujeres sacrifican su propio placer para que su compañero –hombre– no se sienta mal por no haber logrado que ella alcanzara el clímax. Es con esto, que llegamos a la resolución que ser feminista es estar consciente de que tiene todo el derecho del mundo a reclamar su placer o a obtenerlo como a ella le parezca más eficiente.
El consentimiento
El consentimiento sexual es el acuerdo de participar en un acto o encuentro sexual. Todo acto sexual debe ser respetados si queremos o no involucrarnos en ello. Si en el momento si te niegas a realizar cualquier práctica sexual, aunque previamente hayas aceptado estas en tu derecho de rechazarlo en ese momento. No por el hecho de aceptar previamente ser parte de un acto, debemos comprometernos a terminar o continuar estando en ella sino nos encontramos segurxs de ello.
La pornografía
Hablar del entretenimiento sexual posee dos posturas respetables entre la pornografía feminista y donde esta no debería considerarse como tal. Sin embargo, ambas caen en un mismo punto, donde existe una obsesión protagónica del pene en el sexo comercial, dejando de lado el placer femenino. Ahora bien, hablar de pornografía es como hablar de una película de Disney, donde ambas "tienen el mismo efecto, porque determinan lo que es masculino y femenino, y eso se traslada a la intimidad. El sexo feminista busca librarse de esos prejuicios para poder elegir libremente. Pero cuidado, eso no tiene nada que ver con los gustos. Se pueden consensuar juegos de dominación o de sado si eso es lo que realmente te da placer, pero no porque temas decepcionar a tu pareja", así lo menciona la sexólogo y psicóloga Ana Sierra.
Masturbación y el amor a tu cuerpo
A lo largo de los años hemos crecido con redacciones y cañones de belleza donde nos han creado prejuicios entre mujeres con nuestro mismo cuerpo, donde el mirarse en un espejo es ver una nueva inseguridad que arreglamos con tratamientos con precios altos y/o dolorosos (llamados cirugías, depilaciones, bótox, dietas, etc). Si sientes tu cuerpo como un lugar hostil, incómodo, siempre imperfecto es mucho más difícil que te sientas merecedora de placer, de alegría, de felicidad, de amor, de derechos. Y entre querer nuestro cuerpo esta en conocerlo, no es el obligatorio masturbarse, pero es lo muy aconsejable el hacerlo por lo beneficios que conlleva este y el saber que buscamos cuando nos encontremos con nuestras parejas sexuales.
Para concluir, debemos el recordar y considerar que no todas las mujeres vivimos igual la sexualidad y que existe una gran diversidad de vivencias sexuales entre nosotras, dependiendo de múltiples factores, tanto individuales como sociales, es decir no es un todo homogéneo; pero desde nuestro privilegio de disfrutar y tomar decisión de nuestra sexualidad conlleva el saber cómo disfrutarlo.
1. Pidamos lo que nos gusta.
2. Seamos escuchadas, el querer ser parte o no de un acto.
3. No finjamos. La sinceridad siempre ayuda a crecer.
4. ¡Conozcamos nuestros cuerpos!
5. Querámonos como somos.
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