Cuando inicié mis estudios en la carrera de negocios internacionales, tenía la creencia que Estados Unidos seguiría siendo el líder mundial en este siglo XXI, la cual fue reforzada cuando leí el libro The Next 100 Years: A Forecast for the 21st Century, escrito por George Friedman. Sin embargo, a la mitad de la carrera, cuando tomé las materias de Mercados Emergentes, Negocios en Asia y Medio Oriente, además de desarrollar una pasión por el continente asiático, me di cuenta de que la realidad podría ser diferente. Si bien, aunque Estados Unidos seguirá teniendo protagonismo, poco a poco Asia se convertirá, lo cual ya lo está haciendo, en el futuro, no solo en términos demográficos, sino que será la cuna de los negocios. Por eso me atrevo a decir que el futuro se escribe con A de Asia, veamos el porqué.
Asia es un continente grande, diverso y demográficamente dominante
El continente asiático es el más extenso y poblado de la Tierra. Contiene el 61 % de la población mundial. Se extiende sobre la mitad oriental del hemisferio Norte, desde el océano Glacial Ártico, al norte, hasta el océano índico al sur. Limita, al oeste, con los montes Urales, y al este, con el Océano Pacífico. Cuenta con 48 países, entre ellos se encuentran: China, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, India, Indonesia, Israel, Japón, Singapur, Irán, Rusia, etc. Como podrán ver en el mapa, Asia tiene una diversidad inmensa en culturas. Además, cuenta con países desarrollados, de primer mundo, pero también, con países en desarrollo con un potencial muy ambicioso.
Mientras que los países europeos están teniendo problemas de natalidad, que se acentuará cada vez más en los próximos años, Asia seguirá experimentando un crecimiento a gran escala de su población. Esto hará que India se convierta en el país más poblado del mundo a finales de esta década, superando a China. También, Indonesia se convertirá en uno de los países más poblados del globo, lo que provocará que su economía se vuelva en una de las más importantes mundialmente. Actualmente, Asia ya cuenta con la mitad de la población mundial, en el futuro, contará con la población suficiente para aportar más del 50 % del PIB mundial, en donde tres de las economías más importantes serán mercados emergentes asiáticos: India, China e Indonesia.
Asia tiene un compromiso por fortalecer su economía del conocimiento
Desde hace unos años, algunos mercados emergentes como China, India, Indonesia, y Filipinas, están llevando la delantera, ya que le han apostado a un crecimiento económico con base en la productividad. La región asiática está creciendo, también, por el incremento poblacional, pero en mayor medida debido al aumento de la productividad.
Además, de salir de la trampa del ingreso medio, el cual tiene mucho que ver con moverse a una economía del conocimiento a través de procesos de innovación. Por ejemplo, China es el país que más invierte en investigación y desarrollo (I&D) a nivel mundial, lo que ha provocado que tenga un desempeño económico más sólido debido a una mayor orientación a procesos de innovación que satisfacen necesidades y crean modelos de negocios muy rentables.
La economía del conocimiento se refiere a las actividades intensivas en conocimiento, creando mayor dependencia del capital intelectual (Pettinger, 2017). Dicho enfoque ayuda a las empresas a ser más eficientes, dinámicas e innovadoras. Las empresas y países que inviertan más en I&D podrán desarrollar productos personalizados, pero sobretodo, servicios. Estos últimos serán los reyes del consumo, ya que la economía del conocimiento está fuertemente asociada a las industrias del sector de servicios, como educación, salud y diseño de software. Además, de los servicios empresariales como seguros, información y comunicaciones (Pettinger, 2017).
Por ello, el incremento en I&D ha permitido a países como China y Emiratos Árabes Unidos en llegar al espacio con las misiones “Tiawen-1” y “Hope”, respectivamente. Ya que les permitió, a ambos países, fabricar y desarrollar misiones con la más alta tecnología. Los países asiáticos saben a que le invierten, saben que con el conocimiento generado podrán tomar ventaja en los sectores de la informática, electrónica, y aeroespacial.
En términos de capital humano, la economía del conocimiento representa beneficios, pero al mismo tiempo, desventajas. Aquellos trabajadores con altos niveles de calificaciones y conocimientos tácitos tendrán grandes oportunidades laborales. Sin embargo, los trabajadores con bajos niveles de calificaciones y conocimientos limitados experimentarán un mercado laboral desafiante con escasas opciones laborales y mal remunerados. El cual es un desafío que enfrentan los mercados emergentes asiáticos.
Asia cuenta con un sector corporativo muy dinámico
La cantidad de los programas de los gobiernos asiáticos han sido impulsados justamente para promover el crecimiento de las empresas, no solo del sector público, sino también del privado. Es precisamente, esta región donde cuentan con mucho más apoyo en forma de subvenciones, consultoría, y coaching, ya que han seguido principios de desarrollo económico de los tigres asiáticos originales, de Singapur, Taiwán y Corea del Sur. Una de las enseñanzas más importantes que han seguido han sido las de Singapur o Corea del Sur, las cuales han sido el apoyo del gobierno al desarrollo del sector privado/corporativo. Por ejemplo, en Singapur obligan a las empresas a invertir cierta cantidad de sus ingresos en capacitación del talento humano, en procesos de I&D, etc. Lo mejor de todo, es que el gobierno no solamente lanza la directriz o la instrucción, sino que apoya, de misma forma, a este desarrollo.
Estos apoyos gubernamentales son a través de subvenciones que se dan de manera muy estratégica y planificada. Normalmente, el apoyo gubernamental está estrechamente relacionado al desempeño de la empresa. Es decir, la empresa debe de demostrar que durante un cierto periodo de tiempo ha tenido un buen desempeño, y buenos indicadores: como su grado de I&D; el grado de inversión en capacitación de talento humano; y el grado de inversión de infraestructura. Por ello, no deben confundirse estos apoyos gubernamentales a las subvenciones generalizadas, pues estas subvenciones son por desempeño, a diferencia de los ‘bail outs’.
Asia se caracteriza por ser una región mejor integrada
En el continente existen varios acuerdos regionales que han servido para promover el comercio. Por ejemplo, la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) es un nuevo acuerdo de libre comercio que incluye 16 países de la región, incluidos China, Japón, India y Vietnam. También se encuentra la iniciativa, “One Belt, One Road”, que es el comienzo de la próxima fase de la integración de Asia a través de la infraestructura donde se están negociando 20 acuerdos comerciales entre los países asiáticos, y hará que aumente la inversión extranjera. Todas estas cosas están ayudando a los asiáticos a redescubrir y explotar las complementariedades muy naturales que tienen.
Asia invierte mucho en las empresas start-up
Mientras que en América Latina, Chile es el único país que más invierte en la creación de start-ups, el cual destina más del 3 % de su PIB a proyectos de emprendimiento, los países asiáticos nos llevan la delantera, ya que invierten mucho más. Esta inversión se puede ver reflejada en los unicornios, empresas cuyo valor alcanza más de un billón de dólares dentro de un período bastante corto, inferior a los 15 años, exactamente 6 años. Esta característica de tiempo es solo de la región, pues dichos unicornios logran formarse por arriba de los 10 años en otras regiones, incluyendo países desarrollados. Además, las empresas unicornios asiáticas no se desarrollan específicamente en sectores de tecnología, sino en sectores más sencillos como e-commerce o servicios básicos de educación y capacitación, las cuales han tomado relevancia durante la pandemia.
Finalmente, existen muchas razones más por las cuales creo que el futuro es Asia. Solo quiero que se queden con la idea de que el centro de gravedad económica se está desplazando de Occidente a Oriente. Estas grandes potencias económicas asiáticas, y también los principales mercados a los que las empresas occidentales quieren exportar y hacer negocios, ya están comerciando más entre sí que con el resto del mundo. Las empresas globales de éxito, no pueden hacer la declaración "Soy una empresa global de éxito" a menos que sea un gran negocio en Asia. El crecimiento continuo del PIB; el levantamiento dramático de la pobreza extrema; la fuerte orientación a la innovación; el crecimiento vinculado a la productividad, son las que más destacan para apoyar mi creencia de que el futuro se escribe con A de Asia.
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