Edmund Hillary dijo que, “no es la montaña lo que conquistamos, sino nosotros mismos”. Todos tenemos el poder de crear y moldear nuestras vidas a nuestro gusto. Pero ¿por que muchas veces esto resulta tan complejo? ¿Por qué trabajamos tan duro en ciertas cosas? ¿Por qué a veces sudamos, nos cansamos, y tenemos que esforzarnos demasiado? El Dr. Bruce Lipton dice que la respuesta es simple: porque los programas de nuestro subconsciente no apoyan eso que nos cuesta tanto trabajo hacer o realizar. Y realmente aplica para todo, alguna actividad en específico, un comportamiento, una habilidad, las relaciones que tenemos con la gente, la forma en la que aprendemos, etc.
El Dr. Lipton explica que cuando nuestra mente consciente está pensando algo, nuestro subconsciente por defecto se convierte en piloto automático. Por lo tanto, cuanto estamos pensando, que suele ser el 95% del tiempo, el piloto automático tiene el control. El problema es que la mayoría de las veces ni siquiera nosotros mismos sabemos que programas tenemos en nuestro subconsciente. Ya que estos programas se empiezan a grabar en nuestro subconsciente desde el último trimestre de cuando estábamos en el útero de nuestras madres, hasta los 7 años. En este lapso de tiempo, nuestra mente subconsciente estaba operando en una frecuencia vibratoria de theta, que es la hipnosis. Por lo tanto, todo lo que veíamos, observábamos y nos enseñaban, lo descargábamos automáticamente a nuestro subconsciente y lo grabábamos como programas que hasta ahora seguimos usando cuando estamos en piloto automático.
Los primeros 7 años de nuestra vida hayamos descargado la mayoría de nuestros programas subconscientes que determinan el 95% del tiempo nuestro comportamiento, tenemos el poder de cambiarlos y de modificarlos para que concuerden con lo que realmente anhelamos, deseamos y queremos en nuestra vida. Y la forma de poder hacerlo, de acuerdo con el Dr. Lipton, es mediante dos métodos. Por un lado, está la auto hipnosis, que consiste literalmente en hacerte hipnosis a ti mismo para reprogramar todo aquello que quieres. Aunque suene un poco disparatada esta idea, tiene muchas bases científicas que la aprueban. Este método consiste en escuchar grabaciones subliminales cuando te estás quedando dormido o cuando estás despertándote, ya que en esos momentos es cuando nuestro cerebro se encuentra en theta, que es cuando literalmente estamos en estado de hipnosis. Por lo tanto, escuchar grabaciones subliminales o afirmaciones en este estado ayuda a que cambiemos y reprogramemos los programas que tenemos.
Por otra parte, la segunda forma de reprogramar a nuestro subconsciente es por medio de la “habituación”; que es la forma en la cual aprende nuestro subconsciente después de los 7 años. Esta técnica consiste en repetir, repetir y repetir algo hasta que la mente subconsciente lo descargue y lo haga un hábito. Así aprendimos muchas cosas como las tablas de multiplicar, el abecedario, canciones, a manejar, etc. Lo repites tantas veces que se vuelve parte de tu subconsciente, lo haces un hábito y después no tienes que pensar en hacerlo.
Entonces, ¿cómo sabemos que programas tenemos en nuestro subconsciente? Solo tenemos que fijarnos qué cosas en nuestra vida se nos facilitan, podemos hacerlas sin mucho esfuerzo o fatiga, o que simplemente se nos dan de forma natural. Ya que eso significa que tenemos un programa en nuestro subconsciente que apoya y soporta todas esas actividades, habilidades, acciones, etc. Y, por el contrario, si hay cosas que realmente nos cuestan trabajo, se nos complican o que tenemos que esforzarnos, es porque no tenemos programas en nuestro subconsciente que apoye eso, y estamos tratando de superar programas de limitación que tenemos que previenen que logremos eso que queremos hacer. Al entender esto, podemos tener en claro una parte fundamental, que es que nuestra vida es un reflejo de nuestros programas porque el 95 % de nuestra vida viene del subconsciente. Sin embargo, nunca nada es determinante, todos nosotros tenemos el poder de cambiar todos nuestros programas y reprogramar nuestro subconsciente para que esté en sintonía con nuestros anhelos y deseos.
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