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Foto del escritorManuela Riveros

El problema de la desinformación

Hoy en día vivimos en un mundo en donde nos enteramos de la mayoría de las noticias por las redes sociales. Anteriormente se solían ver las noticias desde el televisor, se leía el periódico o se escuchaba la radio, no digo que hoy no se haga, solo que no es el medio principal de información, y menos para los jóvenes. Con el internet, tenemos acceso a mucha información, incluso puede llegar a ser bastante abrumadora. Pero ¿Cómo sabemos que lo que consultamos es 100% real? ¿Cómo sabemos que las noticias que vemos por internet y en las redes sociales o que las investigaciones que realizamos no son falsas?

Red Seguridad. (2020, 6 noviembre). [Imagen de Fake News].

Con los avances del internet, cualquier persona puede subir cualquier tipo de contenido a la red, ya sea de entretenimiento, educativo, informativo e incluso falso. No se sabe con exactitud qué porcentaje de la información que encontramos en internet es falsa, pero según un estudio realizado por Gartner sobre las predicciones tecnológicas para el 2018 se comenta que para el 2022, la mayoría de los países occidentales consumirán más información falsa que verdadera. Lo cual nos puede indicar, de una manera bastante aproximada, que en internet hay 50% de información falsa y el 50% verídica.


Las noticias falsas o fake news son información falsa qué pasa por verdadera para generar confusión. Normalmente las noticias falsas tienen intencionalidad política y económica, y así mismo tienen intenciones publicitarias. Lo que quiere decir qué hay un sector de la economía que obtiene ganancias a partir de publicidad engañosa.


A lo largo de la historia, siempre han existido las noticias engañosas, pero en las redes sociales, es muy fácil publicar noticias falsas para poder causar desinformación o angustia en la sociedad. “Las redes sociales permiten que los usuarios sean productores y consumidores de contenidos a la vez, y han facilitado la difusión de contenido engañoso, falso o fabricado. Así se genera un circuito vicioso, y una noticia falsa se replica miles de veces en cuestión de segundos” (International Federation of Journalist, 2018). Un ejemplo de esto fueron todas las noticias falsas que salieron durante la pandemia, sobre la inexistencia del COVID, sobre el uso del tapabocas o sobre el uso de las medidas sanitarias. Otro ejemplo, según la página de ONU México, en abril de 2020 se difundieron ciertas imágenes que mostraban que el aeropuerto de México no tenía medidas sanitarias, lo que causó angustia a varios viajeros, más tarde se aclaró que estas imágenes no pertenecían ni al año y al aeropuerto de México. Otro caso muy claro del uso de la desinformación o de las Fake News en la política, fue la campaña de manipulación de la verdad, dirigida por Donald Trump para destruir la imagen se su oponente, Hilary Clinton, de modo que él pudiera ganar las elecciones.


La organización First Draft identificó 7 tipos de contenido erróneo. En primer lugar, se encuentra la sátira o parodias, las cuales no causan ningún tipo de desinformación, más bien se podría decir que es una burla (posiblemente a cierta noticia o hecho), en segundo lugar está el contenido engañoso, el cual consiste en el uso de información engañosa para incriminar a alguien. En tercer lugar, está el contenido impostor, en donde la información suplanta a fuentes genuinas, el siguiente es el contenido fabricado, el cual es contenido que está diseñado exclusivamente para engañar y confundir al público. En quinto lugar, se encuentra la conexión falsa, cuando los titulares o las imágenes no están relacionadas con el contenido de la noticia, en sexto lugar se encuentra el contexto falso, que se refiere a cuando se toma una parte de alguna nota, noticia o discurso y se ubica en un contexto diferente para darle otro sentido. Por último, está el contenido manipulado, que sucede cuando la información o las imágenes se manipulan para engañar al público.


Para que no utilicemos información falsa, ya sea para nuestro conocimiento propio o para alguna investigación, se debe tener cuidado con las fuentes a las que se consultan, ésta debe provenir de paginas oficiales.


Encontrar información verídica se ha vuelto un problema, para ello la universidad de Antofagasta propone una serie de consejos para identificar fuentes confiables. Los artículos, revistas o documentos deben tener un autor u organización responsable que sustente la información presentada, así mismo una fecha, la ortografía del documento o artículo es muy importante, si esta tiene errores ortográficos, no es confiable, buscar las referencias del artículo que se investigó y por último buscar información en las bases de datos de universidades reconocidas. Siguiendo estos consejos, será un poco más sencillo no caer en las fake news.

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