En junio se celebraran las elecciones más grandes en la historia de nuestra joven democracia, tendremos 3 opciones: la coalición “Juntos Hacemos Historia”, que busca mantener la mayoría para seguir apoyando el plan de nación del Presidente, la otra coalición, “Va x México PRI, PAN y PRD”, que planea oponerse al proyecto del Presidente de la República, y “Movimiento Ciudadano”, que es una especie de izquierda socialdemócrata que pretende hacerse de algunos escaños, pero sobre todo, hacerse de la gubernatura de Nuevo León, que podríamos decir que es la joya de la corona en estas elecciones. Si ganan, muy probablemente la oposición a Morena en las presidenciales no estará, en el PRI, PAN o PRD tampoco, si no en Movimiento Ciudadano, porque controlarán dos de los estados más importantes en el país, Nuevo León y Jalisco.
Siendo sinceros, ninguna de las opciones parece buena, Morena ha traicionado a la izquierda, con políticas y proyectos apoyan el extractivismo y el despojo de la tierra de los pueblos. También ha dejado solos a militantes de años y fundadores del partido en sus respectivos estados, para darle la plataforma a políticos experimentados emanados de la “mafia del poder”. Hemos visto ejemplos tan burdos como Xavier Nava, candidato en San Luis Potosí, que el mismo día que anunció su candidatura renunció al PAN, o la imposición de Mónica Rangel en el mismo estado atropellando así a militantes y simpatizantes.
La otra opción es “Va x México”, articulada por el magnate Claudio X. González, nos ofrece una especie de pacto por México 2.0, cuya única propuesta es quitarle la mayoría a Andrés Manuel ¿Y luego qué? Nos preguntamos todos; lo que parece es que los partidos que perdieron las elecciones del 2018 no entendieron nada, porque nos siguen dando a los mismos políticos de porquería que han hecho y deshecho a su antojo, y sin autocrítica y mucho menos un intento de refundación en sus partidos, pero sí con mucha desvergüenza van a buscar nuestro voto.
Movimiento Ciudadano parece ser lo que le llaman la famosa “izquierda blanca, buena ondita”, que se dice de izquierda pero no piensa en cambios estructurales para las personas históricamente rezagadas, tampoco perfiles nuevos y jóvenes, nos ofrecen a los políticos de siempre (Salomón Chertorivski, Ivonne Ortega, Juan Zepeda, entre otros) sus campañas buscan ser disruptivas, como vemos en Nuevo León con Samuel García, sus espectaculares dicen “enterremos a la vieja política” después nos lanza una pregunta ¿Le entras?, pero mientras de un lado nos pide no votar por los mismos de siempre, le ruega al PAN que se sume a su campaña, recordemos que por el grupo san Nicolás que es conservador y panista, Samuel llegó a ser senador, ahora quiere replicar la misma estrategia pero por “la grande”.
Yo solía criticar a la gente que no votaba, me parecía una pésima decisión, la verdad es que ahora que me toca ejercer el sufragio por primera vez, me veo en una difícil posición, por un lado, tengo al partido de Barbosa (Morena), político de años, corrupto y sinvergüenza, por otro al de Moreno Valle (PAN) corrupto, asesino (Ley Bala), y probablemente el político que más daño le ha hecho al erario en toda la historia de Puebla. No tengo opciones más que sufrir por el futuro que tendremos porque no parece muy brillante. De todas formas, como siempre, nos tocará que nos roben a manos llenas y que nuestra felicidad y seguridad se vayan desmoronando.
Me gusta pensar en el 2024, creo que el canciller Marcelo Ebrard es una excelente opción, una opción que me emociona; me parece un político de izquierda, pragmático, e inteligente, creo que gobernó de forma exitosa la ciudad de México: se movió muy rápido durante la crisis del H1N1, tuvo un liderazgo sin precedentes en la CONAGO y se vio un cambio material positivo en la vida de los capitalinos, tanto así que ganó por “goliza” las elecciones locales intermedias, y casi todos los rubros en la economía mejoraron. Su gestión no fue miel sobre hojuelas, también tuvo desaciertos, como el manejo de las escuelas o la policía, pero definitivamente el saldo es positivo, aún cuando intentaron golpearlo sin pruebas con el famoso caso de la línea 12 del metro. Es mi opinión en el 2021, aún quedan tres años y como dicen por ahí, solo los necios no cambian su forma de ver las cosas cuando se les presenta nueva evidencia.
Así veo nuestra política actual, si pudiera resumirlo en una frase sería: más de lo mismo. Invito a todos los lectores a no quedarse con los brazos cruzados y unirse a pedir mejores opciones. Tengo amigos que van a anular su voto, para mostrar indignación, creo que es una opción válida y respetable, la verdad es que no hay para donde hacerse, de todas formas, estaremos igual, así que nos vemos en el 2024…
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