No es solo una fecha, no es solo poner un marco en Facebook, no es solo usar el color morado, es reconocer la lucha diaria y no olvidarla el resto del año.
Como sabemos, el 8 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer, esto como un homenaje a la violencia sistemática que se ha sufrido a lo largo de la historia. Sin embargo, en los últimos años, el movimiento feminista ha logrado visibilizar este día de una manera maravillosa. En nuestro país, donde 11 mujeres son asesinadas todos los días, el 21.6 % es víctima de delitos sexuales y donde las mujeres necesitan trabajar 35 días más para ganar lo mismo que un hombre. Lo anterior solo ejemplifica una pequeña parte de la violencia a la que las mujeres se enfrentan. Es así, que al llegar marzo en redes sociales miles de personas, marcas o figuras públicas expresan su apoyo al movimiento, haciendo que este se vuelva tendencia, el respeto y la sororidad se respira por todas partes, esto por supuesto es muy positivo y nos ha dado triunfos como la Ley Olympia, la Ley Ingrid y la despenalización del aborto en más estados de nuestro país. Por desgracia, hay un fenómeno que me parece muy interesante, después del empoderamiento desbordado del 8 de marzo, por alguna razón lo que en su momento fue tendencia, queda olvidado.
En nuestro contexto digital, los temas vienen y van, eso no lo podemos negar, pero el movimiento feminista no es solo luchar el 8 de marzo, sino hacerlo todos los días del año. Es verdad que cada vez son más las personas que se informan, investigan y deconstruyen las conductas machistas con las que estamos educados, de ahí que el movimiento cobre cada vez más fuerza. Y les voy a ser honesta, el feminismo duele y duele hasta lo más profundo de nuestra alma, porque no es fácil reconocer cómo hemos sido violentadas, como las personas que amamos y respetamos tienen conductas machistas, todos las tenemos, pero lo más doloroso es justamente mirarse al espejo y reconocer el machismo en uno mismo, porque ahí radica la importancia de vivir el feminismo todos los días, no solo en la conmemoración. Ya marchamos, exigimos, gritamos, ahora, nuestra tarea es vivir el movimiento, apoyando, respetando y amando a todas las mujeres, profesando los valores de esto que tanto presumimos al cambiar con un fondo violeta nuestras fotografías en las redes sociales.
Marzo es el mes de la mujer, eso no hay que olvidarlo nunca, inclusive tenemos el privilegio de observar cómo la naturaleza habla, y hace parecer que las jacarandas se pintan de morado a propósito del movimiento, pero nosotros no somos la naturaleza que cambia con la estación. Es vital recordar que la lucha no ha terminado, nuestro objetivo siempre será que todas las mujeres cuenten con una vida digna libre de cualquier tipo de violencia y eso, debemos practicarlo los 365 días del año.
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