Actualmente, escuchar música de todos los lugares del mundo ya no es un lujo, ni algo muy difícil de hacer. Gracias a la globalización, los sonidos de diferentes culturas y países pueden alcanzar nuestros oídos con un solo click, y poco a poco la música de diferentes culturas se ha ido mezclando, creando nuevos e hipnotizantes sonidos. Pero, ¿cuáles han sido las consecuencias de este nuevo sistema globalizado?
Comencemos con el término que actualmente puede ser utilizado para describir la mayor parte de la música que escuchamos, “world music”. La “world music” puede definirse como el conjunto de música que se puede encontrar en la mayor parte del mundo, no es de un género específico, la única característica que debe cumplir es que sea reconocida de manera mundial. Dentro de este tipo de música podemos encontrar diversos géneros, pero hay un factor común, son resultado de mezclar el sonido creado por diferentes países y culturas.
Los límites culturales poco a poco han comenzado a desaparecer gracias a la globalización. Ahora, no es una tarea fácil encontrar artistas que se apeguen completamente a sus raíces y tradiciones, la música actual ya es un híbrido de diferentes culturas, países y comunidades, lo que nos lleva a pensar en qué momento lo tradicional llega a cruzar el límite con lo comercial, o si la música puede ser comercial sin comprometer la parte tradicional que la acompaña.
El problema más grande dentro de la música globalizada tiende a ser que, esta puede llegar a despojarse casi por completo del trasfondo que acompaña cualquier proyecto artístico, y puede llegar a volverse solo un producto que busca ser vendido sin dejar un mensaje a quien escucha. Esto se vuelve más grave cuando se toman partes de otra cultura y se saca provecho de estas sin tener el conocimiento de su importancia, ni se le da el valor que este merece, cayendo en apropiación cultural.
Aunque se sabe que la música siempre ha sido parte de un proceso cambiante que toma partes de muchas culturas, épocas y lugares para enriquecerse, es importante reconocer que varias veces los artistas pueden aprovecharse de este falso “intercambio cultural” solo para tener un beneficio, ya que comúnmente hay una falta de reflexión y un uso de estereotipos dentro de las obras en las que se utilizan culturas “exóticas”.
Estoy segura que en este momento pueden estar preguntándose, ¿entonces no se puede enriquecer la música utilizando diferentes culturas?, ¿debemos restringir a los artistas a no ir más allá de su propio contexto cultural? La respuesta a esto podría resumirse en dos palabras: respeto y profundización. Cuando se busca enriquecer nuestra música con partes de otras culturas, siempre es importante que las entendamos y nos informemos sobre ellas, ya que al no ser parte del contexto en el que vivimos, muy fácilmente podemos llegar a utilizarla de forma errónea o irrespetuosa. También es importante dar oportunidad de colaborar a artistas de la propia cultura, ya que así damos visibilidad a artistas que muy comúnmente no son reconocidos dentro de la industria musical. Esto es muy importante, ya que en varias ocasiones, cuando buscamos un sonido característico de una cultura, llegamos a consumirlo de personas que se han apropiado de estos, en lugar de escuchar a los propios artistas que se esfuerzan en conservar sus tradiciones.
El intercambio cultural y la globalización han llevado a la industria musical a crecer y volverse cada vez más diversa, sin embargo es importante que siempre pensemos muy bien en lo que estamos consumiendo y en el trasfondo que hay en todo lo que escuchamos, para que nosotros como consumidores también podamos crecer y aprender de la música.
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