top of page
Foto del escritorFernanda Ávila

Lo predecible...

Ustedes ya me conocen, ya pueden imaginar sobre qué hablaré en los próximos párrafos. Definitivamente es un tema demasiado mencionado, pero creo que es bueno simplificar la situación con palabras poco técnicas. Como sabemos, el pasado 04 de noviembre fueron las elecciones en Estados Unidos. Y, sin duda alguna, en los noticieros mexicanos hubo una gran respuesta de cobertura, para no perdernos de nada; mientras pasaban las horas, los votos se iban acumulando… ¿A todo esto, sabes cómo funciona el sistema de Gringolandia?


Es muy simple, los votos de los ciudadanos, “votos populares”, son indirectos, no es como en México, que aquí la población vota directamente por el candidato que gusta. En EU, existe el colegio electoral, donde existen 538 asientos, repartidos entre los 50 estados de Estados Unidos más la capital, Washington DC (51 en total). Los votos de esas 538 personas (100 senadores, 435 representantes de Cámara, y tres cupos de la capital) son los que verdaderamente importan, se llaman “votos electorales”. Cada una de las 538 personas en el Colegio Electoral representa a cierta cantidad de población de cada estado. Y, este individuo da su voto al candidato más votado de acuerdo con su cantidad poblacional correspondiente. Por eso mismo es que, cada entidad representa diferente puntaje, por ejemplo, California tiene 55 votos electorales, mientras que Vermont tiene solamente tres puntos. Ojo, no hablamos del tamaño de cada entidad, estamos considerando la densidad poblacional de cada uno.


Teniendo en cuenta lo anterior, ahora podemos decir que, para poder ganar la presidencia, se necesitan 270 de 538 votos electorales. Personalmente, creo que es un sistema poco cómodo y algo arcaico, pues la población no tiene poder directo sobre la elección. Si un porcentaje de la gente vota por un republicano, el representante del Colegio de esa gente puede irse por el demócrata, es como si la voz de las personas no tuviera valor. Aunque, claramente deben de concordar, si no, no tendría sentido.


Considero de gran importancia hablar simple de este tema, ¿y por qué? Porque la relación política, social y comercial/económica de EU con México tiene más presencia de lo que uno puede llegar a creer. Siempre se ha sabido que, México tiene una gran dependencia de la Unión Americana, por eso, cuando un presidente estadounidense se comporta como un inepto culpando a uno de sus socios comerciales más relevantes, amenazando con tomar acciones fiscales y humanitarias, se descompone la diplomacia ante ambos, creando un ambiente “tóxico” entre las sociedades involucradas, y las cadenas de valor y suministros pueden presentar interrupciones, así como posibles escándalos en las bolsas de valores, justamente por estos comportamientos.


No estoy hablando de qué candidato es mejor persona, estoy mencionando lo conveniente para México. Aquí, lo que nos debe de preocupar son las políticas exteriores de Estados Unidos con México. La verdad es que tanto el demócrata como el republicano tienen sus trapitos, sus malas jugadas y sus puntos en contra. Por esto, a México le conviene un presidente con estabilidad en todos los sentidos, que reconozca la labor mexicana y el trabajo implicado para seguir operando comercial y socialmente. No necesitamos un desastre político allá, porque con el que tenemos nosotros basta y sobra. Lo que le hace dar un respiro a México, son las oportunidades que se encuentran del otro lado, como dirían por ahí, en el gabacho.



Hace falta un presidente que tenga solidez, visión futura, que no se contradiga, que proporcione confianza. Me parecen suficientes todos los deterioros que nosotros tenemos, como para que, del otro lado, tampoco nos den chances y nos tachen de delincuentes buenos para nada.


Este tema necesita de hojas y hojas, pero no me puedo dar el lujo de explicar a detalle cada cosa, por eso, me limito a lo que mencioné. Si pudiste notar, ni siquiera he mencionado los nombres de los posibles próximos presidentes, pero puedo imaginar qué pensaste cuando leíste lo anterior. ¿Necesitamos otros cuatro años más de lo mismo, o ya hace falta un cambio? Lástima que nosotros no podemos decidir nada, solo habrá que esperar a que uno de los dos llegue primero a esos 270 votos electorales. En este punto de las elecciones, solo estoy rezando para que EU pinte un mejor panorama para nosotros los mexicanos de cualquier nivel socio económico, independientemente del ganador.

23 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page