Hace unos meses vi la película “Mi amigo Enzo” (The Art of Racing in the Rain, 2019). Siempre que veo películas con animales, no pude evitar llorar; sin embargo, esta tenía una magia diferente porque se involucra sutilmente en el mundo motor que tanto me gusta desde pequeña, qué mejor que una película donde hay autos y perros. Se la recomendé a un amigo, amante de los autos tanto como yo –la verdad es que más que yo, pero no quiero quedarme atrás en mi propio artículo-. Cuando mi amigo vio la película me escribió contándome su reflexión de ella, y haciendo que la viera completamente con otro lente, uno mucho más profundo de lo que pude imaginar. Hoy quiero compartir con ustedes estas reflexiones, aquellas que él me contó, a las que llegamos, y las que obtuve después de sacarme la perspectiva superficial, y verla con la filosófica.
Adaptación cinematográfica del libro “El arte de conducir bajo la lluvia” de Garth Stein, ‘Mi amigo Enzo’ está protagonizada por Milo Ventimiglia y Amanda Seyfried; con la voz de Kevin Costner como Enzo. En este conmovedor film, vemos la vida de Enzo a través de la relación con su dueño Denny, un piloto de carreras que aspira llegar a la Fórmula 1. Desde cachorro Enzo acompañó a Denny en su vida como piloto en sus carreras, entrenamientos, y descubrió que las técnicas de pista sirven como una gran guía analógica de la vida. Enzo vio en un documental que, en Mongolia, cuando la vida de un perro termina, encarna como hombre, ante esto, Enzo sueña con dicha encarnación para poder convertirse en todo lo que Denny le ha enseñado –ser un gran piloto, y un excelente ser humano-.
Recuerdo que mi amigo me dijo “Quien fuera Enzo para vivir la vida así: escuchando, reflexionando, aprendiendo, actuando, y disfrutando los momentos de la vida, a través del punto de vista de un perro; como una esponja, absorbiendo información.” Y es que Enzo es un perro muy inteligente, y filosófico, la narración en su voz es impactante en el desarrollo de la película, y en la empatía que hace con su vida canina. Mi amigo hacía mención sobre la ventaja que tenemos como seres humanos a diferencia de un perro (en este caso Enzo), que podemos vivir la vida de una manera autosuficiente, dado que no tenemos las limitaciones con las que cuenta un perro; podemos sacarle todo el jugo, aprender al máximo, vivirla, y disfrutarla de una forma muy distinta a la de los animales -la grandeza del ser humano-. Su reflexión me hizo ver la película desde un punto completamente diferente, y es que yo solo me había quedado con la superficialidad de ella, no la había analizado tan profundamente, pero él me animó a hacerlo.
La película nos muestra las grandes ventajas que tenemos al ser humanos, ventajas que muchas veces olvidamos o pasamos desapercibidas, o incluso que tristemente muchas personas las utilizan para hacer mal, sin detenerse un momento a pensar, ni entender, que todos estamos en el mismo rumbo, pero que debemos de enfocarnos en nuestras vidas, y sueños sin hacer daño a otro intencionalmente. Nos enseña que todo lo que nos propongamos podemos lograrlo; no tenemos límites reales, solo los mentales, aquellos que imaginamos, y creamos absurdamente.
El problema general que tiene la humanidad es que no nos escuchamos nosotros mismos, mucho menos a los demás; no analizamos, ni reflexionamos, solo actuamos. Bien diría el gran filósofo Immanuel Kant que, nos volvemos esclavos de nuestras pasiones, al no controlarlas mediante nuestro razonamiento (característica que nos hace ser humanos, a diferencia de solo animales); perdemos nuestra libertad ante estas pasiones, en lugar de dejarla solo como lo que son… emociones. Es debido a esto que estamos tan divididos en nuestro entorno, que lo hemos dañado por generaciones, y generaciones.
Imaginemos que sería del mundo si todos, y cada uno de nosotros viviéramos como Enzo, pero con nuestras posibilidades como humanos. Sé que muchos pensarán o dirán que estoy delirando en un sueño utópico -posiblemente si, no les diré que no-, pero me gusta pensar en lo bueno, tener fe, y esperanza en lo que podemos ser.
“Quien fuera Enzo para vivir la vida así” … en lo personal, creo que es muy posible vivir de esa forma, como una esponja, absorbiendo, analizando y aprendiendo, solo está en nosotros querer. Siempre he creído que el cambio comienza por uno; quiero creer que es posible ser como Enzo.
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