A veces, encontrar un tema de entretenimiento para escribir es algo complicado, pues a no todos nos gustan las mismas cosas, así que me puse a pensar en cosas que me gustan a mí, para poder escribir sobre ellas. Lo primero que pienso siempre, cuando me preguntan sobre cosas que me gustan, son géneros musicales e inmediatamente pienso en mi cantante favorito: Bad Bunny. Yo sé que no es el cantante favorito de todos, a algunas personas no les gusta ninguna canción de él, pueden llegar a pensar que es un poco ordinario, pero bueno, es su opinión y hay que respetarla. Pero en este caso no voy a hablar del cantante como tal, porque será algo que pueden encontrar fácil en internet, su biografía y su trayectoria artística, y no creo que se catalogue como entretenimiento para todos; así que decidí que contare un storytime, algo que puede llegar a entretener a más gente.
No me acuerdo exactamente en qué momento empezaron a anunciar el concierto de Bad Bunny, pero recuerdo ver un aviso en Facebook sobre el concierto, fue como a mediados o finales de enero. Le comenté a mi hermana sobre el anuncio que había visto en internet, estamos súper emocionadas, pues nos gusta mucho su música, y decidimos que haríamos todo lo posible por asistir al concierto. Nos pusimos en la tarea de ahorrar dinero, pues la fecha estaba bastante cerca, no eran más de dos semanas para que empezara la venta de sus boletos. Adicionalmente, aunque tuviéramos el dinero para comprar las boletas, necesitábamos el permiso de nuestros papás, el cual fue bastante difícil de conseguir. Mi hermana planeaba ir con unas amigas y yo planeaba ir con unos amigos, pero algo que teníamos muy claro era que teníamos que estar juntas en el concierto.
Un día antes de la preventa de los boletos, me junté con mis amigos para poder cuadrar la logística de la compra, y también pedirles el favor de que compraran unos boletos de más, para los amigos de mi hermana. (Cabe aclarar que en su momento no pusieron ningún problema). Dependíamos de la tarjeta de uno de mis amigos, pues la preventa era solo para un banco específico.
Al día siguiente, mis amigos se juntaron para comprar las boletas. Yo no estuve ahí, porque tenía un compromiso. Desde muy temprano se conectaron para hacer la fila online, todo fue un desastre. Me comentaron que no había suficiente dinero en la tarjeta, cosa no tomamos en cuenta el día anterior, pues dimos por hecho que la tarjeta tendría el dinero suficiente para comprar todos los boletos. En su momento no lo vimos como un problema pues cada uno tenía ya listo su dinero aparte para hacer la transferencia más tarde. Cuando mis amigos se percataron de este problema, intentaron hacerle una transferencia a la tarjeta, pero el dinero no se veía reflejado, tardaba 24 horas.
Solo había dinero para máximo 5 boletos y éramos 6 personas. Por otra parte, como yo no pude estar presente, estaba un poco desesperada escribiendo por el grupo de WhatsApp para saber cómo iban. Si me contestaron 3 veces fue mucho. Ya después de que había pasado bastante tiempo, logré contactarme con ellos, y que creen que pasó. Solo compraron boletas para ellos dos. No compraron ni para mí, ni para mi hermana, ni para sus amigas. ¿Pueden creerlo? En su momento yo tampoco.
Para que les quede de lección, NUNCA dependan de alguien más para que les compren las boletas de su artista favorito. No comentan el mismo error que yo.
Aunque este no es el final de mi triste historia, no me iba a quedar sin intentar comprar boletas para las otras 3 fechas. Con mi hermana estábamos decididas a ir a Monterrey, ¡Teníamos el permiso de mi mamá para ir hasta otra ciudad a ver a Bad Bunny! Pero la segunda parte de la historia se las contare en la próxima edición de Wibsa’s Journal. (Dentro de dos semanas)
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