La meritocracia es la filosofía política de que ciertas cosas como los bienes/dinero/poder deben ser otorgados a los individuos sobre la base del talento, el esfuerzo y los logros. Es un tema fundamental de la cultura moderna.
Funciona bajo el supuesto de que el "mérito" es el único factor determinante del éxito. No tiene en cuenta cuestiones como herencia, raza, género, riqueza, privilegio, recursos y conexiones, o la falta de ellas. También opera bajo el supuesto de que la distribución de poder existe y actúa independientemente del sesgo cognitivo humano.
Un ejemplo muy sonado es que, los opositores de la existencia de la meritocracia argumentan que la gente de color no debería recibir ayuda del sistema porque no la merecen tan solo por su raza. Afirman que la política es discriminatoria y un ejemplo de "racismo a la inversa" (el cual no existe). Aplicando un poco de pensamiento crítico nos damos cuenta de que el argumento de que la gente de color no debería recibir asistencia en el sistema educativo sólo funciona si no reconocemos que el sistema educativo está configurado de manera inherentemente sesgada contra la gente de color y otras minorías. La "asistencia" es simplemente nivelar el campo de juego, jugar a la equidad en lugar de la igualdad.
Para tener las cosas más claras supongamos el siguiente escenario (que resulta ser muy común en Estados Unidos):
David es un chico negro que es muy inteligente, y todos sus profesores dan fe de su naturaleza altamente perceptiva. Sin embargo, es criado por una madre soltera que trabaja en 3 empleos con salario mínimo y apenas está en casa, y vive en una "zona mala". Para ayudar a su madre, también trabaja en un trabajo además de su trabajo escolar, y ayuda a criar a su hermano pequeño por lo que no tiene ni el tiempo ni el dinero para participar en actividades extracurriculares. Por eso, siempre está ocupado y tiene problemas para concentrarse en la clase. También está muy estresado. Su promedio de notas es bueno, pero no lo suficiente para obtener una beca que le financie la mayor sino es que todos sus estudios.
Por otro lado, tenemos a Adam, él es un chico blanco que vive en una zona tranquila de la ciudad X. Sus profesores dicen que es amable y que se esfuerza mucho en sus estudios. Su madre es una ama de casa y su padre trabaja para una empresa local que paga salarios justos por su tiempo. Sus padres pagan por la tutoría para mantener sus notas altas, y cuando los exámenes llegan, también dan clases particulares que elevan sus notas generosamente. Mientras que tiene un trabajo cortando el césped para ahorrar para la universidad, pasa la mayor parte de su tiempo libre en actividades escolares. Jugó al fútbol durante los 4 años de instituto, y aprendió a tocar el piano con la ayuda de lecciones externas. Al final, obtiene mejores notas que David, ya que tiene menos preocupaciones y más tiempo para estudiar, sin olvidar sus actividades extracurriculares.
La meritocracia afirma que debemos tratar a estos dos chicos de la misma manera y que Adam merece la aceptación porque tiene más mérito. En realidad, mientras que Adam es un buen tipo, y de ninguna manera estúpido, David es muy inteligente, sin embargo, estaba en desventaja por las circunstancias que lo rodeaban. ¿Es justo decir que Adam se "ganó" su aceptación cuando tenía todo a su favor? ¿No merece David una oportunidad? En la meritocracia estas interrogantes no importan. Adam es el aceptado.
Esto no solo le sucede a los jóvenes negros que solicitan ir a la universidad en Estados Unidos. Le sucede a miles de minorías en todas partes, todos los días, en el empleo, la vivienda, la educación y la calidad de vida en general, tan solo en México pensemos en la gente perteneciente a comunidades indígenas, a personas de comunidades rurales o simplemente gente con pocas posibilidades económicas.
Esta filosofía impide sistemáticamente a la gente oprimida tener el poder en nuestra sociedad y les priva de la oportunidad. Y aún más perjudicial, envía el mensaje de que el éxito de las minorías es un subproducto de la caridad altruista de la élite. O que las minorías están sufriendo simplemente porque no son lo suficientemente buenas o no se han esforzado lo suficiente para tener éxito.
La meritocracia existe. Somos un producto de las circunstancias, de haber nacido en otro país, en otra familia todo sería diferente. Es triste aceptar que las injusticias son desenfrenadas, comunes y un aspecto cotidiano de la vida de millones de personas en todo el mundo. Que la vida que tienes está definida en gran medida por la probabilidad, y que tu privilegio es una faceta intrínseca de tus logros. Pero también existe la posibilidad de crear una sociedad más equitativa, con más oportunidades. El primer paso es reconocer sus actuales fallas.
Crossman, Ashley. (2020, August 27). Understanding Meritocracy from a Sociological Perspective. Retrieved from https://www.thoughtco.com/meritocracy-definition-3026409
Illing, S. (2019, 14 diciembre). Meritocracy harms everyone — even the winners. Vox. https://www.vox.com/identities/2019/10/21/20897021/meritocracy-economic-mobility-daniel-markovits
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