En los últimos 20 años, la industria de la moda se ha transformado de una manera impresionante. La ropa no solo se ha vuelto más barata, sino que además pareciera haber una nueva tendencia cada mes; este fenómeno es conocido como Fast Fashion o Moda rápida. Esta utiliza la replicación de tendencias, la producción rápida y materiales de baja calidad para hacer más accesibles tales estilos a una mayor parte de la población. Desafortunadamente, esto trae consigo impactos dañinos para el medio ambiente, el bienestar humano, e incluso para nuestras carteras.
Observemos algunos números; actualmente, en el mundo se consumen 80 mil millones de piezas de ropa nueva cada año. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Consumidores (ENIGH) de 2018, tan solo en México se tira a la basura 300,000 toneladas de ropa al año, aproximadamente 37 kilos por persona. Pasamos de tener dos “fashion seasons” a 52, siendo únicamente siete veces las que en promedio una persona usa una pieza de ropa antes de tirarla.
Sabiendo estos datos, no es sorprendente que la moda sea la segunda industria más contaminante tan solo detrás del petróleo. La presión para reducir los costos y acelerar el tiempo de producción para poder seguir compitiendo en el mercado, traen consigo un sobre-uso de tintes de textiles baratos y tóxicos. ¿Sabías que por cada kilogramo de textiles se utilizan 600 litros de agua?, simplemente para la producción de un kilo de algodón se necesitan alrededor de 2,700 litros y aproximadamente entre 9 y 11 mil para un par de jeans, siendo esta industria la responsable de alrededor de un 20% del agua contaminada del mundo.
Pero esta industria no solo tiene efectos negativos en el medio ambiente. En la actualidad hay aproximadamente 40 millones de trabajadores de la confección en el mundo, una de cada seis personas trabaja en esta industria, donde la mayoría no posee derechos ni ningún tipo de protección social, siendo que el 85% son mujeres de entre 14 a 30 años. Los trabajadores de la industria de la moda y textil son de los peores pagados del mundo; en Bangladesh, los confeccionadores sencillamente ganan unos 29 euros al mes, o sea, 752 pesos mexicanos.
Pero entonces, ¿qué podemos hacer ante tal situación? Sería absurdo sugerir nunca volver a comprar marcas como Inditex, no todos se pueden permitir gastar en ropa más cara, pero sí que hay algunas acciones que podemos tomar para reducir el impacto de esta industria:
Preguntarnos, ¿lo necesito?, ¿realmente necesito comprar tal pieza de ropa?, ¿qué tan seguido lo/la usaría?
Comprar “Second Hand”.
A diferencia de Europa o Estados Unidos, en México la cantidad de thrift shops o tiendas de segunda mano todavía es muy pequeña, pero hay muchas páginas de Instagram que venden ropa con esta característica.
Comprar menos.
No compres algo a menos que realmente lo necesites. La mayoría de nosotros somos culpables de comprar más cosas de las que necesitamos. En cambio, debemos intentar prolongar la vida de la ropa que ya tenemos. Un ejemplo es lavar menos la ropa, esto no solo reduce la huella de carbono, sino que también hará que nos dure más tiempo.
Comprar local.
Los bienes producidos localmente tienen una menor huella ambiental, procesos de fabricación más respetuoso con el medioambiente, y, además, ayudan a fortalecer la economía local.
Aquí algunas cuentas de Instagram de mujeres mexicanas que tienen sus propias líneas de ropa:
@lunascloset.mx
@mend.issue
@themaglinas
@atabata.wear
@nanamintsita
El 24 de abril de 2013 el mundo tuvo un golpe de realidad cuando el complejo de fabricación textil de Rana Plaza en Bangladesh se derrumbó, resultando en 1134 personas muertas y otras 2437 heridas, sin embargo, poco se ha hecho para mejorar las condiciones de los trabajadores en las zonas asiáticas, donde se concentran la mayoría de las fábricas textiles. Está en nosotros, los consumidores, cambiar la forma en la que compramos y replantearnos de donde provienen nuestros artículos, recordando que, a pesar de que el precio que vemos en la etiqueta sea bajo, alguien, en algún lugar está pagando muy caro por ello.
Si quieres informarte más del tema, checa el siguiente documental, donde no solo se habla de los impactos ambientales de la industria de la moda, sino también de las consecuencias en la salud de las personas que viven cerca de cultivos de algodón y cerca de los ríos en donde desembocan los desechos de estas industrias: http://www.area-documental.com/player.php?titulo=The%20True%20Cost
Y el siguiente artículo: https://www.thegoodtrade.com/features/what-is-fast-fashion
Que buen artículo, la verdad es que yo si soy una compradora compulsiva del fast fashion, por lo que creo que este tipo de información es muy útil para gente como yo.
Excelente artículo! Súper súper interesante, es impresionante que la industria de la moda sea la más contaminante después de la industria petrolera, aparte de todas las condiciones desfavorables de los trabajadores. Gracias por las recomendaciones, definitivamente las checaré!
¡Gracias por la información tan detallada! Ahora tengo más conciencia.
Super interesante! Totalmente me hizo cuestionar mis compras :/