Como ustedes saben (y si no, pues ahora sí), la inversión extranjera directa (IED) es un concepto e índice financiero clave que nos refleja qué tanto dinero foráneo se inyecta en una economía en particular. Esta inversión promueve el crecimiento económico, social, gubernamental y privado. Cuando los trabajos aumentan, el gobierno cobra impuestos sobre las cantidades totales, el sector privado incrementa su presencia y el gasto público comienza a fluir mejor, es entonces que un país aumenta su productividad, actividad comercial, presencia internacional y la competitividad se acelera. En pocas palabras, quiere decir que hay buena Inversión Extranjera Directa.
Esto suena muy bien, hasta que empezamos a ver el caso específico de nuestro país. Al ver las cifras que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) arroja para evaluar la situación nacional, es apreciable la situación crítica por la que pasamos.
¿Te has percatado de que cada vez más, el gobierno de AMLO tiene más y más choques con el sector privado; escuchaste sobre la tan discutida Ley Eléctrica que el presidente López Obrador quiso imponer; leíste algo sobre la incertidumbre de la pandemia, o la incongruencia de las políticas nacionales hacia los empresarios? Cabe aclarar que yo no tomo partido político, y que este análisis está hecho totalmente con base en las cifras de IED en México.
Todos los ejemplos previamente citados son solo unos cuantos para ponerte en contexto. Estas acciones han provocado un decrecimiento sistemático de la inversión privada en México desde que comenzó el gobierno con MORENA. Pasan los días, y la IED disminuye poco a poco… es sencillo, ¿la economía no se incentiva? bien, pues no crece. Fue en 2018 cuando la inversión privada tuvo el nivel más alto, en contraste, la cifra actual es de -22 % con respecto a ese nivel. Me puedes decir que esto se debe a la pandemia, sin embargo, no es la única razón y mucho menos, la más importante; este sexenio comenzó con un -5.4 % de IED comparándolo con el cierre del sexenio de Peña Nieto.
Pandemia mundial + políticas públicas mal administradas = Desastres en inversiones.
Este es el segundo año seguido que, México se queda fuera del top 25 de los países más atractivos para la IED, de acuerdo con la consultora AT Kearney. Y tal vez esto no sea lo más relevante en la agenda de AMLO, pero sus criterios nos están llevando por un camino que México no puede darse el lujo de tomar.
Sí, la pandemia nos está pegando como nunca antes, por eso, nuestro PIB del 2020 ha sido el peor desde 1932, ¡imagínate eso! No obstante, las economías se impulsan nuevamente, ya sea en recuperación U, V o L, pero tarde o temprano, retoman su postura y siguen adelante. ¿Pero qué hay de nosotros los mexicanos? si la COVID-19 no nos mata, las políticas gubernamentales lo harán.
La mala comunicación entre el mismo gobierno, las políticas emergentes de un día a otro que son aplicadas nomás porque sí, y el clima tan adverso que se ha generado alrededor del sector privado, por supuesto, provocó una desconfianza total ante aquellos empresarios que estaban dispuestos a invertir en territorio mexicano.
El consumo local puede ayudarnos a recuperarnos por unos momentos, pero la inversión dinamiza y mejora la salud económica a largo plazo. Créeme que no hay nada mejor que dinero privado entrando a ser parte del desarrollo de un país. ¿Entonces cómo le hacemos?, ¿cómo terminaremos económicamente una vez que la pandemia baje su presencia?
Es interesantísimo qué otras medidas tomará el gobierno para justificar su irresponsabilidad y su mala administración. El mundo sigue y nosotros nos quedamos atrás. Si el sector privado no nos traiciona (como dice el presidente), ¿entonces quién es el enemigo, la comunidad internacional, o ‘sorpresivamente’, nosotros mismos?
Los negocios podrán tener prácticas nada ortodoxas, claro que ningún sector se salva de eso, sin embargo, son imperativos para los países capitalistas. Esperemos que el presidente se dé cuenta del daño que esta falta de confianza extranjera nos va a provocar a largo plazo si es que no hacemos algo al respecto. Tristemente para México, esto es, ¿otro fracaso más?
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