Conoce los acontecimientos que han puesto en duda más de una vez el estado de salud mental del mandatario estadounidense.
Hace unos meses, aún se llevaban a cabo las campañas presidenciales en los Estados Unidos de América; el candidato del Partido Demócrata, Joe Biden, llevaba la delantera sobre su oponente del Partido Republicano, Donald Trump, quien buscaba ganar la reelección por un periodo de cuatro años extras, y los primeros conteos no se hicieron esperar.
Sin embargo, horas antes del cierre de las urnas, Joe Biden se encontraba en Philadelphia junto con su familia realizando su cierre de campaña, al pronunciar su último discurso como candidato presentó a los miembros de su familia ante los asistentes al evento, en eso, Joe tomó a su nieta Finnegan Biden de los hombros, y pronunció la siguiente frase: “Este es mi hijo Beau Biden, a quien ustedes ayudaron a elegir para el Senado de Delaware”.
Pasa que su hijo, Beau Biden falleció en el año 2015 a causa de un cáncer cerebral, además, Beau jamás fue Senador por el estado de Delaware, ni siquiera fue candidato, también es importante tomar en cuenta que se encontraban en Philadelphia, y no en Delaware como había mencionado el demócrata, para terminar de rematar, después de percatarse de su error, mencionó “Ella es mi nieta Natalie”, aún tomando de los hombros a la chica, sin embargo, Natalie se encontraba detrás del candidato, su otra nieta, Finnegan, a quien él estaba tomando de los hombros, segundos más tarde, volvió a corregir su error y ahora sí dijo el nombre correcto de su nieta.
Este acontecimiento despertó de inmediato la atención de los medios de comunicación y los opositores de Biden, los cuales no se guardaron nada y empezaron a decir que el candidato Demócrata padecía de problemas mentales “graves”, situación que resulta muy polémica.
Meses más tarde, y ya como presidente, el 26 de enero Biden y su esposa Jill Tracey, junto con congresistas de la Cámara de Representantes viajaron a Houston, Texas, donde visitaron un centro de vacunación contra el Covid-19. Cuando el mandatario dedicaba agradecimientos a los congresistas asistentes al evento, de pronto se desorientó y ante los micrófonos preguntó: “¿Qué estoy haciendo aquí?”, esto de igual manera centraría la atención de los medios y de algunos opositores, los cuales decían estar nuevamente alarmados ante este hecho.
La agencia de noticias AP, salió de inmediato a aclarar que este insignificante error se debió a que Joe Biden trataba de recordar los nombres de algunas personas con el fin de agradecerles por su hospitalidad en aquel lugar. De inmediato muchos usuarios de Twitter comenzaron a especular que, debido a la delicada salud del mandatario, este no duraría ni 6 meses en el cargo, pero realmente fue muy evidente que Biden utilizó esa frase para expresar su frustración al no recordar los nombres de las personas ahí presentes.
En este artículo he presentados dos casos muy llamativos que en los últimos meses han puesto en duda la salud mental del presidente de Estados Unidos, yo personalmente pienso que puede darse por su edad, ya que, es el presidente estadounidense con mayor edad de todos, tiene actualmente 78 años, no estoy diciendo que tenga problemas mentales, solo digo que, por su edad, muy probablemente tenga problemas para recordar las cosas, ahora, quiero aclarar que no pretendo que, quien lea este texto piense que lo que mencioné aquí es con el fin de atacar o defender a Joe Biden, únicamente me enfoque en presentar un análisis sobre situaciones que han puesto en duda su estabilidad mental, sin ningún tipo de afirmación o negación de mi parte, solo de medios de comunicación.
Es un hecho que los medios seguirán muy de cerca al presidente Biden luego de que se suscitaran estos acontecimientos, y aunado a esto se seguirán especulando muchas cosas todos los días, pero lo que sí es cierto es que, mientras el presidente de Estados Unidos esté en su cargo se centrará en cumplir la función para lo que lo eligieron, el paso del tiempo nos dará una respuesta sobre lo que sucederá con él.
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