¿Quién es tu héroe? Una pregunta con muchas posibles respuestas, algunos podrían decir Michael Jordan, Oprah Winfrey, Albert Einstein, Stephen King, Walt Disney, Sir James Dyson, etc. Muchas personas comúnmente piensan que sus héroes se han catapultado al éxito por sus maravillosos talentos natos; pero de hecho, la mayoría de las veces lograron alcanzar el éxito por su inmensa cantidad de trabajo y por persistir hasta superar todos los obstáculos en su camino.
Michael Jordan no logró entrar al equipo de básquetbol de su universidad, a Oprah le dijeron que no era apta para las noticias de la televisión; creían que Albert Einstein tenía discapacidad mental porque empezó a hablar después de los 4 años y a leer hasta que tenía 7 años. El primer libro de Stephen King (Carrie) fue rechazado 30 veces, a Walt Disney le dijeron que no tenía imaginación ni buenas ideas, y Sir James Dyson tuvo 5,126 prototipos fallidos durante 15 años antes de crear la aspiradora sin bolsa más vendida del mundo. Ninguno de ellos logró su éxito simplemente por un talento nato excepcional. Su éxito fue el resultado de mucho esfuerzo y disciplina.
Ante hallazgos como estos, Carol S. Dweck, psicóloga de Stanford University y autora de Mindset, the new psychology of success se preguntaba por qué algunas personas se desanimaban frente al fracaso y evitaban los retos. Mientras que otras personas que no eran ni más talentosas ni más capaces, aceptaban los desafíos y prosperaban ante el fracaso y adversidad. Su estudio la llevó a descubrir el “mindset”, el cual es prácticamente todo el conjunto de pensamientos y creencias que le dan forma a la mente humana y que determinan cómo nos comportamos.
Carol S. Dweck descubrió a través de sus estudios que existen dos tipos de mindsets, el mindset fijo y el mindset de crecimiento. El fijo es cuando las personas consideran que sus talentos y características son atributos fijos. Y se caracterizan por tener tendencias a evitar retos, rendirse fácilmente, ver el esfuerzo como inútil, ignorar feedback útil, sentirse amenazados por el éxito de otros, etc. Por otro lado, el mindset de crecimiento es cuando las personas creen que sus talentos, inteligencia y habilidades pueden ser desarrollados. Y se caracterizan por aceptar retos y desafíos, ver el esfuerzo como un camino a la maestría, persisten al enfrentarse con retos, aprenden de la crítica y encuentran lecciones e inspiración del éxito de otros.
El mindset de crecimiento tiene mucho valor porque las habilidades pueden ser desarrolladas. De hecho, en Chile, Carol S. Dweck hizo un estudio con todos los estudiantes de primero de preparatoria, 170,000 estudiantes de distintos niveles socioeconómicos. Y descubrió que los que creían que podían desarrollar su inteligencia se desempeñaban sustancialmente mejor en pruebas de rendimiento que aquellos que creían que no podían. Comprobando que la inteligencia y los “talentos natos” no son para nada determinantes en el rendimiento y posibilidad de crecimiento de alguien.
La mentalidad de las personas no es la misma para todos los aspectos de su vida. Todos tienen una diferente manera reflexiva, dependiendo de las situaciones a las que se enfrentan. Puede ser que al practicar un deporte alguien tenga un pensamiento fijo, pero al enfrentarse a problemas de trabajo se tenga un pensamiento de crecimiento. Por lo mismo, todos somos una combinación de ambos mindsets; es un espectro en lugar de una dicotomía. Todos podemos evolucionar nuestras mentalidades. Sin embargo, es un proceso complejo.
La mejor forma para empezar a cambiar y tener una concepción de crecimiento en más áreas de tu vida, es tomar conciencia de ambos mindsets. De esta forma podrás identificar en qué situaciones de tu vida tiendes a tener uno fijo y en cuáles, uno de crecimiento. Para que, de esta forma puedas empezar a cambiar tus pensamientos en todas aquellas situaciones en las que tienes un mindset fijo. Por otra parte, algo muy importante es elogiar a los demás de una forma astuta, destacando su esfuerzo y potencial de enfrentar retos. Ya que, cuando le dices a alguien, por ejemplo, que es inteligente, lo pones en una caja o en un pedestal, y su vida se vuelve organizada para merecer ese pedestal. Las personas pueden condicionarse, limitarse y dejar de arriesgarse para no perder esa percepción que los demás tienen de ellos.
Lo más importante es, no detenerte ni desanimarte cuando te enfrentes a retos u obstáculos. Cambia tu mentalidad para que logres verlos como oportunidades de crecimiento y de desarrollo; porque todo lo puedes desarrollar y mejorar con práctica y disciplina. Ve tus retos y tus fracasos como oportunidades en lugar de obstáculos. Como J.K. Rowling dijo: "El fracaso es tan importante. Hablamos de éxito todo el tiempo. Es la capacidad de resistir al fracaso o utilizar el fracaso lo que a menudo conduce a un mayor éxito. He conocido a gente que no quiere intentarlo por miedo a fracasar".
Me encantó el artículo y creo que es muy cierto, de hecho Jack Ma el dueño de Alibaba dice que es más importante que hablemos de los fracasos y aprender de ellos, y no tanto de los éxitos, sin tener miedo nosotros mismos a fracasar.
Nunca me había puesto a reflexionar mucho sobre esto, y qué razón tiene.