"Vive el ritmo que te quede, ir más rápido no te hace mejor" - Rodrigo Prior
Quién no ha oído o leído frases como “Los 10 pasos para ser exitoso” o “Los 10 pasos para ser más productivo”. Si bien estas guías te pueden ayudar, no son más que guías y el no realizarlas no te hace menos exitoso o productivo. Entender esto me ha ayudado mucho a aceptarme, a conocer lo que mi cuerpo necesita y a adaptar mis rutinas a mi estilo de vida. Muchas veces te dicen que si no te levantas temprano y no haces ejercicio, no estás siendo productivo. Sin embargo, considero que esto puede caer en un dilema, ya que muchos aplicaran estos hábitos a su vida y les funcionarán, pero habrá personas que lleven un estilo de vida completamente distinto, en donde su entorno, su cultura y su familia, por poner algunos ejemplos, los hagan tener otro tipo de hábitos y de igual forma ser productivos. Esto es clave para entender que no todas estas guías se adaptan a todas las personas ya que cada una lleva un ritmo de vida distinto y sus necesidades cambian constantemente. Me pongo de ejemplo, yo antes sentía que era una persona poco productiva porque no lograba optimizar mis tiempos para hacer ejercicio y levantarme más temprano. Esto realmente me causaba un conflicto interno porque creía que no estaba haciendo nada. Para mí fue difícil llegar a un punto donde realmente me detuviera a cuestionar el porque me sentía culpable por no lograr algo que ni siquiera era lo que yo creía o necesitaba en ese momento, si no que era algo que había leído y que veía que repetían otras personas.
Esto se los cuento porque al entender mis necesidades, mi ritmo de vida cambió totalmente. Si no me hubiera detenido a hacer introspección y a preguntarme el porque me sentía culpable e insatisfecha con lo que estaba logrando, seguiría creyendo que lo que hago no es suficiente. Dicho esto, me gustaría contarte cuales fueron los detonantes que me ayudaron.
Pregunta y cuestiona
El rodearte de personas y contenido que te enriquezca y te haga cuestionar, es sin duda un punto clave. El poder entender que no todo es una competencia y que todos tenemos un ritmo de vida distinto fue un gran paso para aceptar mis rutinas y hábitos. Llevo tiempo viendo y escuchando contenido de Rodrigo Prior, quien en gran parte me ayudó a cuestionarme, conocerme y aprender a aceptarme en todos los sentidos. Él tiene una frase que realmente me hizo sentido cuando empecé a notar cambios en mi actitud y en mi estilo de vida.
“Las preguntas son la llave de la libertad”.
Claro, no les voy a decir que ya tengo la vida resuelta y ya no me frustro, porque eso no pasa. Lo que si les puedo decir es que, a partir de esto, cambió el hecho de disfrutar mi vida desde mi propia esencia.
Cambiar no es malo
El aceptar que no eres el mismo que eras antes, no es malo. Al contrario, esto te ayuda a medir tu crecimiento. Cuando empiezas a conocerte y a priorizarte, la forma en la que tu entorno cambia es maravilloso. Tus actividades las realizas con una mejor actitud ya que conoces tu propio ritmo y no te sientes frustrada por intentar comparar tu progreso y tu productividad con base a ritmos de vida que son totalmente ajenos a ti.
Ámate y abraza tus diferentes etapas
Como dije anteriormente, el hacer introspección es fundamental para conocer que es lo que realmente necesitas. Sin embargo, al aferrarnos a que lo que nos ayudó antes, nos seguirá ayudando durante nuestras diferentes etapas, puede frustrarnos. Para esto es necesario, aceptar el cambio y entender que todo es un proceso.
Les comparto mi experiencia. Actualmente me encuentro estudiando Biología y aparte de mis materias, estoy en diversas actividades extracurriculares. Mi ritmo de vida cambió drásticamente respecto a cómo era antes, y esto aunado a la pandemia ha hecho que mis rutinas se vean alteradas. El entender que lo que me servía antes, ahora ya no me sirve, fue esencial para poder adaptar mi nuevo ritmo de vida a las necesidades actuales que tengo. Esto lo he logrado a través de mucho cuestionamiento, retrospección, aceptación y amor a cada etapa que voy experimentando.
Espero que esto te haga cuestionarte si es que aún no lo haces y que logres encontrar tu propio ritmo de vida que te ayude a adaptarte a tus necesidades. Recuerda que todo tiene un proceso y mientras tengas el compromiso por querer conocerte y aceptarte, nada te detendrá.
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