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Un poco de contexto acerca del Slasher

A lo largo de la historia, el cine de terror nos ha brindado diversos subgéneros que han cautivado a la audiencia con cada una de las historias y personajes que han traído a la vida. Uno de los subgéneros más conocidos y apreciados por los fanáticos del terror es el slasher, esa típica película donde un asesino tiene una extraña afición con acosar y asesinar a grupos de adolescentes que comúnmente se encuentran en situaciones comprometedoras. Algunos ejemplos de cintas famosas de este tipo son las de las franquicias de Halloween con Michael Myers, Friday the 13th con Jason Voorhees y Nightmare on Elm Street con Freddy Krueguer.

Shadow of kinfe [Fotografía], por Daniel Allan, 2011, Getty.


Los antecedentes del subgénero vienen desde filmes estadounidenses como Psycho (1960) de Alfred Hitchcock, con el surgimiento del personaje de Norman Bates y la icónica escena del asesinato de Marion Crane en la ducha, la cual dio un giro de 180° al cine del terror, pues rompió con distintos de los estatutos que se habían mantenido en años anteriores, y mostró la gran importancia de la exhibición de las escenas de asesinatos en este tipo de películas.


De igual manera, el slasher tuvo grandes influencias europeas por parte del subgénero giallo italiano, el cual presentaba historias de misterio acompañadas con secuencias sangrientas y mucho más explícitas que todo lo antes visto en el cine estadounidense. A pesar de que en este tipo de cine existieron películas relevantes como Deep Red (1975) o Suspiria (1977), ambos de Dario Argento, se le atribuye una mayor influencia al subgénero del slasher a A Bay of Blood (1971) de Mario Brava, ya que en esta película se estableció una de las características más importantes que definirían al subgénero durante los años siguientes: las actividades “prohibidas” de la adolescencia como sinónimo de muerte.


A partir del estreno en 1971 de A Bay of Blood, en Estados Unidos se comenzó a utilizar un formato similar para la creación de nuevas obras cinematográficas de terror, entre estas destacan The Texas Chain Saw Massacre (1974) de Tobe Hooper y Black Christmas (1974) de Bob Clark. No obstante, en 1978 llegó a la pantalla grande Halloween, creación del reconocido director John Carpenter; esta es considerada la película fundadora del subgénero slasher, pues a pesar de que este tuvo diversas influencias para su creación, Halloween realizó una combinación de los factores más destacados de las películas antecesoras y estableció la fórmula clásica del subgénero, la cual fue recreada en exceso (y con algunas pequeñas variaciones) durante casi una década completa.


La fórmula brindada por John Carpenter contenía cuatro elementos principales:

  1. Un asesino con habilidades sobrenaturales (lo cual le hace casi imposible de derrotar), que comúnmente hace uso de una máscara con el fin de generar intriga en el espectador, y es guiado a matar por un deseo de venganza relacionado con humillaciones o problemas pasados.

  2. Un grupo de jóvenes como principales víctimas, pues en el género se recurre al asesinato durante la realización de actividades “prohibidas” en la adolescencia, tal como el consumo de alcohol y drogas, al igual que el famoso “despertar sexual”.

  3. Un elevado número de muertes que ayudan a fortalecer la imagen del asesino invencible, y asimismo, a establecer indirectamente las normas de la guía de supervivencia que deben ser seguidas para sobrevivir.

  4. Una “final girl”, la cual es la única sobreviviente de los múltiples asesinatos. Por lo general, se trata de una chica que se ha abstenido de realizar las actividades “prohibidas”, y que a lo largo de la película ha sido víctima de graves afectaciones tanto físicas como mentales.

Al tener una fórmula clásica, se podría decir que el slasher se ha vuelto un tanto genérico con el paso de los años, en gran parte culpa del incontable número de secuelas de películas clásicas que existen y que comúnmente son usadas para seguir lucrando con la imagen de un personaje que ya ha sido usado en exceso, y por ende, desgastado. De igual manera, parte de la culpa recae en nosotros como espectadores, pues muchas veces tendemos a encasillarnos y guiarnos solamente por personajes clásicos, lo cual nos impide darle oportunidad a nuevos directores que tienen un concepto más fresco del slasher moderno. Este último a pesar de intentar apegarse a la fórmula original, presenta variaciones que, mientras para algunos ya no deberían ser consideras como slasher, para otros pueden resultar aún más atractivas que las clásicas, tales como You´re Next (2011) de Adam Wingard o Happy Death Day (2019) de Christopher Landon.


En conclusión, se puede decir que el cine de terror del subgénero slasher cuenta con un amplio catálogo de películas entre las cuales pocas llegan a destacar, pues al hacer uso de una fórmula casi idéntica en la mayoría de ellas, es complicado el lograr diferenciarse o asombrar al público con historias tan predecibles. No obstante, como fanáticos del terror siempre debemos estar atentos a los nuevos estrenos que vayan surgiendo, pues a pesar de ver 10 películas y sorprenderte con sólo una de ellas, nunca sabemos cuándo podamos presenciar el nacimiento de directores o personajes que en unos años sean de las figuras más relevantes del género, como hoy lo son Michael Myers o John Carpenter.

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1 comentario


Luz
Luz
23 oct 2021

wow que buena redacción, me gusto que mencionaras películas "actuales" que junto con sus directores tratan de refrescar el genero con una variación o más de "la formula slasher", como en la Freddy´s revenge en la que la final girl era un chico, si me impacto un poco cuando la vi y así con otras pelis.

Personalmente de las slashers actuales me gusto mucho the babysitter, fear street y no se si unfriended cuente pero me gusto mucho.

Buen articulo, de principio a fin es muy entretenido además de que siempre es interesante escuchar la opinión personal de alguien más.

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