Vive tu duelo: ¿Qué puedes hacer para sobrellevar el duelo?

Podría decirte alguna receta mágica para poder vivir tu duelo y que en 3 meses salgas de eso, pero realmente no existe, cada persona lleva a cabo su duelo de forma diferente. Muchas estrategias podrían ayudar a una persona; pero probablemente no tenga el mismo efecto en otra. De acuerdo con González (2016):

“La ruptura de una relación amorosa genera desequilibrio en el ajuste emocional, siendo las emociones de sesgo depresivo, ira, enojo y de confusión las que se presentan con mayor frecuencia; además, puede verse afectada la salud física de las personas que se encuentran en un duelo amoroso”.

Por lo tanto, debemos tener en mente que el duelo será un proceso complejo, que tomará tiempo y desarrollará también muchos cambios de pensamientos, actitudes y hábitos. Como plantea Worden (s.f.): “El duelo representa una desviación del estado de salud y bienestar, se necesita un período de tiempo para que la persona en duelo vuelva a un estado de equilibrio similar”. Ahora que ya sabemos un poco más acerca del duelo y lo que conlleva; me gustaría hablarte de algunos tips que puedes poner en práctica para mejorar en tu proceso; personalmente los he llevado a cabo todos y cada uno de ellos, en el orden en que los iré contando. Sé que puede ser difícil empezar el proceso, tal vez se te haga tedioso el simple hecho de leerlos o en tener que pensar en lo que pasaría si haces alguno. Si tienes eso en mente, solo pregúntate: ¿Qué es lo que me detiene a mejorar y a dar ese paso?

1. Aplica el contacto cero: Considero es una de las primeras cosas que debes poner en práctica, contacto cero significa que no hablarás con esa persona, es más si puedes no ver lo que publica o hace y con quién, te podrá ayudar aún más a no darle vueltas una y otra vez al mismo problema. “Te sentirás más libre y segura a la hora de tomar decisiones y guiar tu vida” (Riso, 2021). Te convertirás en una persona más independiente y autónoma, al no esperar que esa persona regresará a hablarte, simplemente da por terminada la interacción, si quedaron bien puede que en algún futuro intercambien palabras, pero recuerda que necesitas darte el tiempo de sanar esa herida y eso se logra de forma individual.

2. Reconoce tus emociones: Para Socorro & Sáenz (2017) la emoción es un sentimiento que surge cuando una persona reacciona de manera subjetiva, va acompañada de cambios físicos, estímulos y es adaptable al ambiente. En nuestro caso es importante que sepamos reconocer qué tipo de emoción es; por ejemplo: enojo, tristeza, desesperación, alegría, miedo, aversión, etc. Recuerda que estas pueden tener componentes físicos como lo es experimentar temblor, sonrojarse, o sudar. Aprender a conocer estos componentes harán que puedas entender qué exactamente estás experimentando y así podrás ayudarte a percibir el impacto que tuvo en ti, además te ayuda a ponerle nombre a lo que sentimos, para afrontarlo de la manera más sana posible. En el caso del duelo, es necesario que sientas la tristeza, es válido que quieras llorar, como ya lo dije, cada quiénmaneja de diferente manera este proceso, pero lo importante aquí es que conozcas el sentimiento que te genera ver una foto, recordar un momento, escuchar una canción que te dedicaron; a partir de eso puedes canalizar.

3. Canaliza tus emociones: Al momento de reconocer tu emoción, es importante que lo canalices, es decir “la habilidad para sintonizar las emociones, comprenderlas y tomar medidas necesarias” (Nieto, 2012). Mi cosa favorita es canalizar, créeme, el aprender a hacer cosas que te agraden para así manejar una emoción o sentimiento y sentirte mejor, es increíble. Hay varias actividades que puedes hacer para ello: Escritura terapéutica (lo que estoy haciendo en este blog), correr, andar en bici, cantar, bailar, pintar, box, escuchar música. Prácticamente todo lo que te guste hacer y que pueda hacerte sentir mejor, ¡Hazlo!

4. Acompañamiento emocional: Así como es de importante el aprender a conocer tus emociones, uno de los tips más importantes que puedo recordarte es el apoyarte de tu familia y amigos, pero aún más de una Terapia, no habrá mejor manera de trascender en el duelo, que con ayuda de un profesional. Además, el ir a terapia no solo te ayudará a encontrar un camino hacia la superación, sino que aprenderás a conocerte a tí mismo, resolverás dudas y problemas de tu infancia y/o adolescencia, la terapia marcará un inicio hacia tu nuevo yo y siento que al final de todo, eso es lo más importante, estar bien contigo mismo. Pero eso sí, una vez que empieces, ¡No abandones!, aunque un día estés bien y otro mal, no te bajes del barco tan rápido, acuérdate que el proceso del duelo no es lineal.

5. Autoestima: Empieza a empatizar contigo, laautoestima es una herramienta clave para sentir amor de nuevo, como plantea Riso (2021) “Quererse a uno mismo es considerarse digno de lo mejor, fortalecer el autorrespeto y darse la oportunidad de ser feliz por el solo hecho, y sin más razón, de estar vivo”. Reconsidera el amor que le has dado a las demás personas. Tú te mereces eso y mucho más, ¿no?. Empieza a amarte a ti mismo y verás como todo tu entorno mejora, hasta tus mismas relaciones lo hacen, porque el saber lo que vales, alejará a muchas personas que no puedan darte lo que busques.

Hoy quisiera hablarte a ti, sé que es difícil abrirte, soltar algo que te dio amor y felicidad, volver a sentir que esa persona con la que compartiste tanto, de la nada vuelve a ser un extraño en tu vida; pero dime: ¿Ese amor vale todo el dolor que estás sintiendo o que sentiste en algún momento? ¿Estás seguro de que puedes soportar ese dolor, solo para no olvidar? ¿Tienes miedo de salir? Porque yo sítuve, yo sí estaba soportando todo dolor, pensando que valía la pena. Tardé un mes en entender que a la única persona que estaba dañando con mis acciones era a mímisma, no iba a cambiar nada, no podía volver al pasado y hacer algo diferente, no podía salvar algo por cuenta propia. Un mes tardé en darme cuenta de que había sido suficiente, que ya no podía desgastarme tanto por algo, que me dio buenos momentos, pero que ya se había acabado. Simplemente entendí que era momento de buscar ayuda porque de ese hoyo no iba a poder salir sola, y,¿sabes qué? Me daba miedo, daba miedo que me consideraran débil, que me vieran como un animalito malherido, que no vieran a la Vania fuerte que había sido todo este tiempo, pero hubo un momento en que dije...¡YA! No necesito ser la más fuerte, la que no llora, la que está feliz 24/7; simplemente: Necesito ser yo, aunque eso conllevara que me vieran en mi peor momento.

Tal vez la Vania de ese mes fue una Vania triste, pero necesitaba pasar por eso para darme cuenta de que podía crecer. Ahora, ese mes lo veo como un mes de reflexión, fue uno de los momentos más difíciles de mi vida, pero estoy agradecida, porque sin ese mes, no hubiera podido convertirme en la nueva persona que soy, no hubiera podido trabajar en mí, ido a terapia, es más ni siquiera hubiera podido considerar el hecho de que merezco la felicidad del mundo y que esa alegría debía de venir de mí, para después compartirla con alguien más.

Créanme que este diciembre sentía iba a estar con el pañuelo a todo lo que daba, porque en julio, yo era un mar de lágrimas; siento que hasta mi mamá buscaba sacarme del país para que no estuviera sufriendo en mi cama, lo más duro para mí fue aceptar que la vida seguía, que debía de moverme porque, si no lo hacía, me iba a perder de muchas cosas. En mi vida imaginé que iba a doler tanto el tener una ruptura, si pudiera evitarles a cada uno de ustedes ese sentimiento, en verdad lo haría, pero al final entendí que era algo tenía que experimentar alguna vez, por muy doloroso proceso que fuera, nadie se libra de los brazos del amor. Al final y como siempre lo diré: agradezco que ese dolor me hubiera abierto los ojos a un mundo nuevo, en donde no tengo miedo de pasar de página o cambiar de libro.

Espero que al final de todo esto, tú también puedas darte cuenta de que está bien no estar bien :) De querer llorar, de sentir dolor; porque recuerda: siempre hay una luz al final del túnel. Tú puedes empezar un nuevo camino, nunca es tarde para darte cuenta de lo que vales, porque mereces lo mejor del mundo. Sé lo difícil que es empezar, pero...¡Atrévete! ¡Hazlo! Una y otra vez, paso por paso; va a doler al principio, no te mentiré, pero al final de todo agradecerás haberlo hecho, sentirás paz, libertad y encontrarás el amor más grande de todos. El amor propio.