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Wilder Mind: Canciones para vaciar el departamento y empezar de nuevo

La semana pasada, mientras debía haber estado escribiendo este artículo, me subí a un coche y emprendí el camino de regreso a Puebla. Lamento informar que poco queda de aquellas calles que dejé entre prisas e incertidumbre, creyendo que estaría de vuelta en apenas unas semanas.


El motivo de mi visita, lejos de ser el soñado retorno a la antigua normalidad, era vaciar mi departamento de foránea. Ahí, donde encontré la fuerza para cambiar garrafones y aprendí a encender un boiler. Donde me permitía jugar al adulto junto con algunas de las personas que más quiero en el mundo.



Sobra decir que el sentimiento de pérdida aún no me abandona.

Y en medio de todo, el disco que me acompañó en las ocho mil vueltas que di del cuarto al coche fue Wilder Mind, el tercer disco de estudio de Mumford & Sons. En él, la banda dejó a un lado el banjo que los llevó a la fama para regresar a sus guitarras y baterías. El resultado es un sonido que evoca el amor perdido, las noches en la ciudad, y lo salvaje de la juventud.


Si bien podría escribir un montón de palabras incoherentes tratando de explicar qué significa cada una de las canciones para mí, creo que nadie quiere leer eso. A cambio, les daré mi top 3:


Tompkins Square Park

La primera canción del álbum lleva el nombre de un parque en Nueva York. Habla sobre ese momento en que sabes que la relación terminó, pero insistes en ver a la persona, aunque sea una vez más. Admites las mentiras, ya sea para cerrar el ciclo o por puro cargo de consciencia. Pides un último abrazo, te convences de que no vale la pena revivir las mismas discusiones. Te dices que te irás al amanecer. En medio del conflicto, el coro, “No flame burns forever”, nos recuerda que todo es efímero; algunas cosas permanecen en nuestra vida por más tiempo que otras, pero al final, no hay nada que dure para siempre.

Muchos de nosotros nos quedamos sin los cierres que esperábamos, de la vida universitaria, de una relación, ni siquiera del espacio que por tanto tiempo habitamos. A veces, una despedida a medias es todo lo que nos queda. Tompkins Square Park me hace llorar porque a veces, pareciera hablar de mi vida.


Wilder Mind

La canción que da nombre al disco nos cuenta la historia de una pareja en deterioro (mis canciones favoritas hablan de desamor, ya sé). Sin embargo, ésta tiene un toque más positivo, si es que puedo decirlo. Habla de ser fiel a lo que eres, a lo que corre en tus venas. De recuperar eso que te dijeron que escondieras y hacerlo tu armadura. Creo que todos hemos estado en una posición en la que sacrificamos partes de nosotros mismos por el bien de una relación, ya sea romántica, familiar o de cualquier otro tipo. Wilder Mind es mi banda sonora para los momentos en que me decido a salir de ellas.

Ahora más que nunca, que las circunstancias nos regresaron a los espacios que ocupábamos antes de llegar a la universidad, creo que es importante mantenernos conscientes de quiénes somos. No somos la copia de nuestros padres, ni la suma de nuestros errores insensatos. Somos mucho más que eso, nuestra mente es libre y hay que dejar que nos lleve a donde queramos estar.


Ditmas

Lo que más miedo me daba de la pandemia no era morir. Estúpidamente, mi mayor miedo era que, al volver, ya nada sería igual que antes. (Spoiler: Ya no volví, y ya nada fue igual que antes). Ditmas es la canción para esos momentos en los que pienso en cómo la vida cambia y la gente te recrimina el haber cambiado junto con ella. La historia trata de las excusas que damos cuando ya no sabemos cómo salir de un lugar en el que no somos felices, y de cómo, aunque seamos fieles a una convicción o a una persona, llega el momento en que lo mejor es alejarse.


Yo ya no soy la misma persona que empezó a escribir este artículo; mis amigos ya no son los mismos con los que iba a desayunar molletes los sábados en la cafetería. Muchas de nuestras relaciones se deterioraron con la distancia, otras se hicieron más fuertes, y lo único que tengo claro es que estamos cambiando, todos los días.


En síntesis, este disco está lleno de letras tristes y melodías que te hacen querer bailar y gritar como si nadie estuviera viendo. Hay canciones para salirse de la relación tóxica (Ditmas), para iniciar el día con toda la actitud (The Wolf), y para una pandemia (probablemente todas, si se usa la imaginación).


Por último, y por si acaso no hice muy buen trabajo convenciéndolos de amar el disco tanto como yo, les dejo el enlace a una presentación en vivo de “Tompkins Square Park”.


¡Gracias por leer!


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1 Comment


Eri Estrella
Eri Estrella
Mar 14, 2021

omg ahora tengo que escucharlo :0:0

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