México le dio la bienvenida a la reducción del costo laboral para obtener capital extranjero, permitiendo así, una cercanía mayor con nuestros vecinos, Estados Unidos, y verse más atractivo como país capitalista ante el mundo. Esto sucedió en los 80s.
No fue hasta 2012, que, oficialmente, la Ley Federal de Trabajo fue modificada para aceptar las prácticas del outsourcing, ¿has escuchado el término, te suena? En español, el término se conoce como la ‘subcontratación’, y mediante este proceso una compañía contrata personal a través de otras empresas que ofrecen la administración y logística de empleados. Así, la compañía principal puede ahorrar costos, ser más flexible y enfocarse mejor en sus verdaderos objetivos.
En esta práctica puede haber tanto buenas intenciones, como malas, pues muchos negocios buscan objetivos no tan honestos (si algo no está prohibido, entonces es legal) para poder generar un mayor margen de ganancia neto. Sin embargo, en México ¼ de empleados en la economía formal trabajan gracias a ese ejercicio. En términos más exactos, esa cuarta parte equivale a 4.6 millones de mexicanos.
El problema es, que el presidente López Obrador busca eliminar el outsourcing por completo. Esta iniciativa fue primeramente establecida por un senador en 2019, pero, Ricardo Monreal (coordinador de los senadores de MORENA) frenó la propuesta. Ahora, la idea la retoma el presidente. Si realmente aplica esta reforma, las voces del Senado y de la Secretaría del Trabajo (Luisa María Alcalde) habrán sido en vano.
El analista Enrique Quintana (2020), menciona que, si se lleva a cabo, podría terminar muy mal para el empleo formal del país, ya que, en vez de regularla correctamente y confirmar su uso lícito, se echaría a perder otra pequeña parte del crecimiento mexicano, así como el caso del aeropuerto de Texcoco, o la situación de los fideicomisos.
Esta acción puede reflejar una gran pérdida en el empleo mexicano, y aún más, incentivar el tan polémico sector informal. Es claro que, la subcontratación puede tener ciertos aspectos en contra de su aplicación en varios sectores, pero, eliminar totalmente la práctica, son palabras mayores. Puede terminar en regresar a México al pasado con actividades y prohibiciones anticuadas que entorpezcan y frenen el desarrollo económico de México, llevándose a los trabajadores formales entre las patas.
Quintana, E. (2020). Tormenta económica a la vista. El Financiero. Recuperado de https://elfinanciero.com.mx/opinion/enrique-quintana/tormenta-economica-a-la-vista?utm_source=ActiveCampaign&utm_medium=email&utm_content=Tormenta+econ%C3%B3mica+a+la+vista&utm_campaign=ef-opinion-281020
Durán, E. (2020). El outsourcing en México. Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales. Recuperado de https://cemees.org/2020/02/18/el-outsourcing-en-mexico/
Migueles, R. (2020). ¿Qué es el outsourcing o la subcontratación? El Universal. Recuperado de https://www.eluniversal.com.mx/cartera/que-es-el-outsourcing-o-la-subcontratacion
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