"Nunca soñé con el éxito. Trabajé para llegar a él. "— Estée Lauder
Cada día en la vida de una mujer es una nueva batalla, de la que hablaré hoy es la incomodidad (por decirlo de una forma sutil y amigable) que causa en un hombre el éxito de una mujer, en especial si es su pareja. No es por nada que las mujeres continuamente deben enfrentarse a la situación de decidir entre su carrera profesional y su familia. Solo el 2% de las mujeres en México se deslindan al 100% de las tareas domésticas, mientras que sólo el 4.2% de los hombres se dedica exclusivamente a las labores del hogar. Las diferencias entre hombres y mujeres siempre nos sorprenden, no solo debemos vivir con el 33% menos de salario, sino que también la gran mayoría de las mujeres es responsable de las labores domésticas y sus ingresos se destinan en gran porcentaje a los gastos de la familia.
Hace poco me encontré con un estudio de la Universidad de Florida, el cual centro su hipotesis en cómo se ve afectada la autoestima de un hombre heterosexual ante el éxito profesional de su pareja femenina, realizado a 896 personas los hallazgos me parecieron impactantes. Después de diversas pruebas se encontró que los hombres cuyas parejas habían destacado sobre ellos se sentían inferiores, mientras que aquellos que habían sido mejores que las mujeres sentían orgullo y confianza pues no podría haber sido de otra forma. Las conclusiones fueron que un hombre se siente amenazado cuando, en las mismas circunstancias, se ve superado por la mujer, no exclusivo de actividades profesionales.
Otra conclusión interesante fue que los hombres comienzan a preguntarse si son suficientes para su pareja, esto por estereotipo de hombre exitoso. Es por lo anterior que muchas parejas deciden separarse cuando la mujer está siendo exitosa, es muy raro ver que un hombre apoye a su pareja e incluso se quede en casa mientras ella persigue sus sueños.
Por otro lado, el estudio encontró que aquellas parejas que no presentan celos ni envidia ante el éxito profesional de su compañera son parejas muy estables, con equilibrio, calma, salud, organización en las tareas, compromiso y apoyo, un lugar feliz para llegar después de un largo día de trabajo.
Después de conocer ambas conclusiones he llegado a la mía: una relación es de dos, por un lado la mujer debe estar segura de lo que quiere y estar dispuesta a dejar a aquella persona que no la apoya en su vida profesional, si no te alientan a crecer, a buscar más, estás en el lugar incorrecto. En pleno siglo XXI una mujer no debe enfrentar la decisión entre tener éxito profesional o quedarse en casa, y tampoco la carga extra de ser responsable de todas las tareas del hogar aún cuando tenga un trabajo exitoso. Por otro lado, el hombre debe ser seguro y apoyar a que la mujer tenga éxito, el cual ya es lo suficientemente difícil de obtener en el campo laboral para sumar las dificultades en el que debería ser un lugar seguro.
Mi consejo final es, si estás con un hombre que duda de si es suficiente para ti dado tu éxito en cualquier área y su solución es irse, realmente no estás con un hombre. Y si lo que busca es hacerte renunciar a tus ambiciones, mejor renuncia a él.
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