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Foto del escritorDeniss López

El duro proceso de comenzar a amarte

La palabra amor es sin duda una de las más difíciles en el vocabulario de cualquier persona promedio, comenzando con la definición que le damos. Muchos creemos que el amor se refiere únicamente a una relación de pareja o al tipo de amor que te da tu familia o incluso tu perro. Pero, ¿qué pasa con la relación con nosotros mismos? ¿Merecemos también este tipo de amor?


Al inicio de esta cuarentena comencé a tener un crecimiento espiritual y mental que nunca hubiera sido posible en otras circunstancias, todo esto gracias a un corazón roto que regresó del pasado y sacudió todo mi mundo para después volverlo a dejar en pedazos y también gracias a un cierto comentario negativo hacia mi cuerpo que fue el detonante del duro proceso de amarme a mí misma antes que a cualquier cosa o persona.


No te voy a mentir, al principio me la pase llorando todas las noches deseando tener otro tipo de cuerpo, otra personalidad o algún tipo de manual que pudiera seguir letra por letra para ser una mejor persona en todos los ámbitos de mi vida, pero nadie te dice que este proceso en realidad es muy solitario y que toma semanas o meses para comenzar a tener una relación sana contigo mismo. En el proceso comencé a perder amigos de toda la vida, dejé de interesarme por cosas banales que antes parecía disfrutar y comencé a interesarme por cosas que me gustaban y que me hacían sentir bien.


Lo primero que hice fue comenzar a sanarme interiormente, recurrí a buscar ayuda psicológica, comencé a abrazar mi dolor interno y dejarlo sanar poco a poco hasta recuperar todas mis fuerzas. Sin duda fue un paso que muchas personas ignoran, ya que a lo largo de los años nos han dicho que estar tristes o deprimidos es lo equivalente a ser una persona que ha fracasado en algún aspecto de su vida, pero, esto es una completa mentira. Para sanarte a ti mismo, tienes que identificar de dónde viene todo este sufrimiento y comenzar a sanar poco a poco para que el resultado sea eterno y no solo un placebo momentáneo.


Lo segundo que hice fue limpiar toda mi mente de toda la basura que había recopilado por años, entre esas cosas estaban estereotipos, comentarios malos que alguna vez me hicieron y que nunca olvidé, entre otras cosas que solo me martirizaban día a día al mirarme al espejo. Desechar estas cosas no fue tarea fácil y estoy segura que aún tengo un poco de basura que no ha salido por completo en el tema de mi apariencia física, pero trabajo en eso todos los días.


Lo tercero fue comenzar a entender quien soy en esta vida, qué estilo tengo y comenzar a ganar confianza en mí misma. Increíblemente esto último comenzó a tener impacto en las personas que me rodeaban, los comentarios positivos empezaron a llegar y yo comencé a creer aún más en mí, pero esta vez no dependía de lo que ellos decían de mí, en realidad solo confirmaban lo que yo ya sentía de mí misma.


Aún no termina, cada día sigo luchando por amarme un poco más y cada día vivo más segura de mi misma. Te invito a creer en tu propio potencial, te invito a que cambies tu vida y tu percepción sobre cómo te ves a ti misma. Es un camino de altas y bajas pero vale la pena cada minuto cuando comienzas a ver los resultados que da el amarte a ti misma sobre todas las cosas.



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