Últimamente ha existido una guerra: hombres vs mujeres. Ellos pelean que las mujeres son interesadas y ellas que lo hombres son flojos, machistas y no se incluyen en tareas de la casa.
Veámoslo desde otro punto. ¿Has pensado que la habilidad que tienen las mujeres para la maternidad, el cuidado de los hijos y la habilidad de los hombres en fuerza y defensa son patrones de supervivencia y por ello estamos aquí? ¿Por qué los hombres no saben diferenciar entre dos colores similares y las mujeres no pueden leer con precisión un mapa?
El objetivo de esto es abrir un poco más el panorama respecto a esta “guerra”, hay que saber diferenciar que ser feminista no significa creer que todo lo que hagan las mujeres está bien, y esto también tiene que ver el porqué la mujer piensa que debe tener razón en todo.
La psicología evolutiva estudia cómo los individuos cambian a lo largo de su vida, y también los comportamientos de nuestros antepasados. La selección natural actúa sobre los individuos que tienen características que les permiten sobrevivir y reproducirse con mayor éxito. Aquellos que tienen características ventajosas son más propensos a transmitir esos rasgos a sus descendientes.
En términos de selección natural, dado que las mujeres deben pasar por un proceso físico y emocional complejo durante el embarazo y la crianza, la selección natural favoreció a aquellas mujeres que podían proporcionar un ambiente seguro y estable para sus hijos. Las mujeres que eran buenas cuidadoras y protectoras de sus crías tenían más probabilidades de asegurar la supervivencia de su descendencia, lo que favorecía la transmisión de estas características a lo largo de las generaciones.
Y en los hombres, debido a sus características físicas (mayor masa muscular, fuerza) y habilidades de caza, desempeñaron un papel crucial en la obtención de recursos y en la protección del grupo. Aquellos que demostraban habilidades superiores (en caza, fuerza, estatus social) o que protegían mejor a sus descendientes tenían más probabilidades de ser seleccionados como pareja, transmitiendo sus características a las futuras generaciones.
En la selección sexual pasa lo mismo, en el pasado, los hombres que demostraban características de fuerza, habilidades de caza o estatus dentro del grupo eran considerados más atractivos para las mujeres. Esto promovía comportamientos como la competencia (por ejemplo, en la caza o en la obtención de recursos) y la dominancia.
Las mujeres son generalmente más selectivas a la hora de elegir pareja. Esto se debe a que las mujeres tienen una inversión reproductiva mayor: deben cargar con el embarazo, el parto y la crianza de los hijos. Por lo tanto, las mujeres a menudo seleccionaban como pareja a hombres que pudieran ofrecer recursos, protección o características que aumentaran la supervivencia de sus hijos, como la inteligencia, la destreza para cazar o el poder social. Esto refuerza los roles tradicionales de "protector" y "proveedor" del hombre.
¿O sea que por ser mujer tengo que ser madre? NO. ¿O sea que por ser hombre tengo que mantener a una familia? NO. Lo genético debemos adaptarlo a las nuevas necesidades que el mundo moderno demanda, ambos géneros tienen muchas habilidades que sirven de mucho en la actualidad, sólo debemos darle un enfoque positivo y productivo.
Después de todo esto, cabe preguntarse ¿vale la pena una “guerra” por comportamientos que ya traemos en los genes? Cada uno debería llevar su vida en pareja como les plazca, si ella provee y él se queda en casa, si ella cuida a los niños y él trabaja, si ambos trabajan, pero las redes sociales están llenas de este contenido, donde todos se quejan de situaciones que no viven, que hablan por las y los demás, mujeres hablando de hombres machistas, flojos e infieles (pero está casada con uno que no lo es) hombres hablando de mujeres interesadas (pero no tiene ni novia ni trabajo). Nos quejamos de que los hombres no saben hacer cosas de la casa, voltear una tortilla sin quemarse, cosas así de simples, pero la mayoría de nosotras no sabría detectar qué falla tiene el auto, poner una repisa o armar un mueble.
El objetivo es que seamos todos más abiertos, veamos al género contrario como un complemento, yo no sé hacer esto, pero tú sí, y viceversa, todos tenemos virtudes y defectos por naturaleza, así que es nuestra obligación saber con quién vamos a compartir nuestra vida, nuestro tiempo y espacio.
Si tú no quieres un hombre en tu vida porque crees que no lo necesitas, hazlo, si tú no quieres mantener a una mujer porque crees que son interesadas, hazlo, pero dejemos de envenenar a las demás personas con nuestras ideas, dejemos que la vida de los demás fluya. Piensa siempre en que si tienes una pareja estable es porque te complementa y te acompaña.
Referencias:
Buss, D. M. (2019). The evolution of desire: Strategies of human mating (Revised edition). Basic Books.
Darwin, C. (1859). On the origin of species by means of natural selection. John Murray.
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