En un mundo agitado, donde es complicado tener un respiro y el ´multitasking´ es la norma, la somatización entra al chat buscando ser una llamada de auxilio. Es la manera en la que nuestro cuerpo trata de comunicarnos lo que está sucediendo de manera interna, reflejando conflictos emocionales y psicológicos a través de síntomas físicos.
La somatización es un concepto que es cada vez más utilizado en la vida cotidiana, y se refiere a “la presencia de un síntoma físico que no se puede explicar desde un diagnóstico médico ni psiquiátrico.” (Gómez, 2022). Esta condición puede manifestarse de múltiples maneras: desde dolores de garganta o resfriados, hasta enrojecimiento de la piel, caída del cabello, y resequedad ocular. Su variedad y complejidad la convierten en un proceso multifactorial, reflejando las diversas influencias que pueden afectar nuestro bienestar de manera física y emocional.
Entre los principales desencadenantes de la somatización podemos encontrar la represión o desequilibrio emocional, así como casos de estrés y ansiedad. Como Komasi cita, “los problemas de salud mental se manifiestan en forma de quejas físicas más que psicológicas o emocionales” (De Waal et al., 2008, 2009; Löwe et al., 2008), por lo que constantemente las situaciones que generan inestabilidad emocional que no es procesada de forma consciente son trasladadas al plano físico como una manera de depuración.
Como consecuencia, el cuerpo reacciona de manera física donde los síntomas pueden ser parecidos a alguna condición médica pero las causas son emocionales o psicológicas. El somatizar no es algo que les suceda a todas las personas, sin embargo, según datos que comparte el Gobierno de México (2017), 14 de cada 100 personas pasa por un proceso de somatización alguna vez en su vida. Saber de la existencia de este fenómeno, puede ser de gran ayuda para su tratamiento y prevención. Como Isaac (2014) menciona “Los síntomas medicamente inexplicables han sido correlacionados con la alexitimia o la inhabilidad de expresar verbalmente las emociones” por lo que la comprensión y el manejo emocional es una herramienta fundamental en cada uno de los individuos. Aprender estas habilidades nos permite la prevención y en algunos casos el tratamiento de la somatización.
Como podemos observar, la somatización es un fenómeno complejo que nos demuestra la fuerte conexión entre la cognición y el cuerpo. Reconocer nuestros sentimientos y emociones es el primer paso para identificar si estamos experimentando síntomas somáticos en nuestras vidas. De esta manera, podemos abordarla la situación desde las causas y solucionarlo de una manera consciente, reflexiva y amena. Es importante remarcar que el tratamiento psicológico siempre es la mejor opción para comprender este proceso, así como para resolverlo desde la raíz a partir de técnicas, análisis, control emocional y psicoeducación, y guiarnos hacia una vida más saludable y equilibrada.
Integrar el tratamiento psicológico con la atención médica permite un enfoque más holístico y efectivo para el bienestar de la persona. Al final, entender que nuestro cuerpo también tiene algo que decir puede ser el primer paso hacia una vida más saludable y equilibrada
Referencias:
Conoce qué es el trastorno de somatización. (2017). Gobierno De México. https://www.gob.mx/salud/articulos/conoce-que-es-el-trastorno-de-somatizacion
Gomez, D. L. (2022). Somatizar: a qué se refieren los médicos | menteAmente -Psiquiatría Y Psicología Clínica.
Isaac, M.L., et al. (2014). Medically unexplained symptoms. Medical Clinics of North America, 98, 663.
Komasi S. et al. (2009) Prevalence and comorbidity of common mental disorders in primary care. (2009). Journal of Affective Disorders, 119. https://doi.org/10.1016/j.jad.2009.03.014
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